Que distinto no signifique peor

08/05/2020
 Actualizado a 08/05/2020
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Hay veces que las crisis sirven para tomar buenas decisiones que celebrar más adelante y que nunca hubiera tomado si no te hubieras visto en esa situación. Como cuando tu novia te va a dejar y te conviertes en la mejor pareja del mundo intentando evitar lo inevitable,cuando te vas a vivir solo y aprendes a hacer un plato con las tres cosas que te quedan en la nevera o esa vez que te preguntaste para qué servía ese curso de panadería que hiciste por internet y que solo utilizarías en caso de una pandemia mundial.

Tirando del hilo, todo lo que estamos viviendo últimamente nos debe servir no solo para darnos cuenta de qué cosas son verdaderamente importantes, sino para hacer cambios que les den valor cuando todo esto no sea más que un mal sueño.

Nos hemos dado cuenta de que no es necesario estar en una oficina los cinco días laborables de la semana, de que hace falta más espacio en las calles para la gente y mucho menos para los coches. En las grandes ciudades se han dado cuenta de que vivir en 40 metros cuadrados rodeados de asfalto no compensa por mucho que tengas una enorme oferta de cosas de las que disfrutar alrededor a las que escapar... para no pasar tiempo en casa. Que quizás en los pueblos en los que guardar la distancia de seguridad es más habitual que la imposibilidad de hacerlo puede haber una vida mejor.

Pero para ello harán falta decisiones valientes por parte de personas que, en la gran mayoría de los casos, ha hecho más bien gala de cobardía. De todos depende que, cada uno a su manera, aprovechemos la oportunidad que solo un agujero da de cambiar las cosas de forma drástica.

La vida después del coronavirus no va a ser la misma, eso seguro, hagamos todos lo posible porque sea mejor.
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