¡Qué broma gastaron aquellos 'jodidos' periodistas!

"La robada Gioconda podría estar en León" denunciaban los periódicos de medio mundo en aquel 1911, después de que desapareciera del Louvre la famosa obra de Leonardo da Vinci. Detrás de la noticia, que casi provoca un grave conflicto diplomático, había una broma periodística

Fulgencio Fernández
24/09/2017
 Actualizado a 06/09/2019
La Gioconda.
La Gioconda.
Una –otra más– de las extrañas circunstancias del robo de La Gioconda situaba la obra, nada más y nada menos que, en León, como se desmintió al embajador francés calificando la noticia de ‘fábula’. Todo fue una broma de unos periodistas de esa ciudad a un compañero suyo que, sorprendido por la importancia de la noticia, la envió por telégrafo a medio mundo. El desconcierto inicial dio paso al enfado y casi a las destituciones, cuando se descubrió el engaño. De ‘Bufonesca pista’ calificó Emilia Pardo Bazán la posibilidad de que el cuadro hubiera podido ser llevado a León . En su portada, El Norte de Castilla recogía la noticia: ‘Lo de La Gioconda en León es un infundio’. El corresponsal del diario decía haberse informado de lo que se publicaba en Madrid sin haber encontrado pista alguna por lo que ‘Debe haber sido todo ello una broma de mal género’».

Así resume el profesor de la Universidad de Valladolid Jesús F. Pascual Molina un curioso hecho, aunque pudo tener graves consecuencias, que convirtió a León en protagonista de uno de los robos más importantes de la historia del arte, el de La Gioconda del Museo del Louvre.

Todo fue una broma de unos periodistas de León a un compañero, que la envió a medio mundoIncluye estas lineas este investigador —miembro del Grupo de Investigación Reconocido, Arte, poder y sociedad en la Edad Moderna— en su trabajo titulado ‘El robo de La Gioconda en la prensa española (1911-1914). El nacimiento de un icono artístico’ pues, explica, «en agosto de 1911 el cuadro más famoso de Leonardo da Vinci fue robado. La repercusión del caso en la prensa escrita llevó al cuadro a ser omnipresente para la masa que hasta entonces poco sabía de él, alcanzando desde entonces el estatus de auténtico mito e icono del arte».

Y en esa omnipresencia aparece León y la broma de un grupo de periodistas a un colega. No era el día de los Inocentes ni se le acercaba, era septiembre, y parece que la cosa se les fue de las manos. Esta misma semana, en el aniversario del robo, también se hacían eco de la estrafalaria «conexión leonesa» en la Sección Territorio Negro del programa de Onda 0 ‘Julia en la onda’, de la mano de los conocidos investigadores Luis Rendueles y Manu Marlasca, que también posaron su mirada en el repaso de aquellos hechos, contextualizando la etapa histórica y la repercusión del robo. «El robo había saltado a los periódicos de todo el mundo. En España fueron La Vanguardia y el ABC los que más lo siguieron. Se había desatado toda una fiebre por la Gioconda. El 29 de agosto de 1911, el día que se abrió el Louvre por primera vez sin el cuadro, se batió el récord de visitantes. Iban a ver el espacio vacío que había dejado el ladrón. En España se había creado el corsé Mona Lisa, el eau de colonia Mona Lisa…».

Y entonces, cuando «el cuadro era ya un icono y alguien anunció que el ladrón lo había llevado a la ciudad de León. Lo publicó la prensa española. Tuvo que desmentirlo el gobierno, claro, ante el embajador francés. También lo desmintió la escritora Emilia Pardo Bazán. Parece ser que unos periodistas de León le hicieron una broma a un compañero que no contrastó el asunto y quiso hacerse famoso con la exclusiva. Lo fue durante unos días. Hubo bromistas de mejor o peor gusto en Francia, Alemania, en toda Europa».

Canalejas: "Parecía inverosimil que lo trajeran a León, porque a España no los traen, los llevan"Donde no tuvo prácticamente ninguna repercusión fue en León, pues en la ciudad parece que sí cundió el pánicoante el cariz que tomaban los acontecimientos y conscientes los autores de la broma de que la noticia era falsa. Parece. Recoge el citado Pascual Molina noticias de prensa de periódicos de Valladolid (El Norte de Castilla), Salamanca (El Adelanto), gallegos (El Noroeste) pero no de la ciudad «protagonista» del entuerto.

Recuerda el investigador que a raíz de este robo se abrió en Francia un debate sobre la seguridad de las obras de arte. También habla de la repercusión en España y ahí aparece, nuevamente, la anécdota leonesa: «El robo de La Gioconda generó en algunos medios el miedo a la pérdida del patrimonio artístico español. Recordemos que una de las primeras teorías de la policía fue que el robo no era más que una puesta en escena para demostrar las escasas medidas de seguridad del museo, efectivamente paupérrimas, dada la calidad de sus obras. También en España se llamaba la atención sobre la importancia de vigilar y cuidar los tesoros artísticos, tan sometidos a saqueo desde el siglo XIX. Como dijo el presidente José Canalejas al hilo de la supuesta aparición de La Gioconda en León: «Nosotros estábamos en la higuera, porque no hemos caído en lo inverosímil de que trajesen a España cuadros robados. Aquí no los traen, los llevan».

Una anécdota más de las numerosas que se produjeron con uno de los más famosos robos de una obra de arte, que aún mantiene muchos misterios abiertos pese a ser detenido, dos años después, el autor del mismo, Vincenzo Peruggia, que figura en la lista de los diez ladrones más famosos del mundo y, sin embargo, fue condenado a una pena mínima:un año y medio de cárcel, de los que sólo cumplió 7 meses y 9 días. Afirmó que la había robado para «devolverla al pueblo italiano, su legítimo dueño»y acabó siendo un héroe en Italia, a su regreso. Acabó sus días en Francia... al frente de un taller de pintura. Curioso.
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