31/03/2021
 Actualizado a 31/03/2021
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De vez en cuando, al poner ‘en orden’ los medicamentos –lo que deberíamos realizar, dicho sea de paso, cada seis meses o, al menos, una vez al año– siempre aparece alguno caducado o que ya no se va a utilizar, ¿a que sí? ¿Y sabes qué hacer? Supongo que sí pero, por si acaso, déjame que te recuerde –que nunca está de más– que no debes deshacerte de ellos de cualquier manera…

Para eso están los ‘Puntos Sigre’ en las farmacias, unos contenedores blancos en los que depositar los medicamentos, y también los envases –cajas de cartón y blísteres, e incluso prospectos–; pero en donde no se debe echar otro tipo de material sanitario como radiografías, termómetros, agujas, gasas…

Una vez recogidos, se acumulan en almacenes destinados para ello antes de ser trasladados a la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos, que se encuentra en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero. Allí, tras el control de entrada –identificando los residuos según su procedencia para informar a las autoridades medioambientales–, se proseguirá con la actividad del Sigre –Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases– que, en síntesis, consiste en separar los distintos materiales: por un lado, se entregarán los envases a entidades recicladoras y, por otro, se separarán los restos de medicamentos atendiendo a su composición química y se enviarán a gestores autorizados para su eliminación controlada o valorización energética –utilizándose como combustible para producir energía–, dependiendo de si están catalogados como residuos peligrosos o no peligrosos.

‘Sigre Medicamento y Medio Ambiente’ es una entidad sin ánimo de lucro creada en 2001 gracias a la industria farmacéutica, las empresas de distribución y las farmacias. Y con esta iniciativa persigue un doble objetivo: reducir el daño al medio ambiente y evitar riesgos sanitarios por un uso inadecuado de medicamentos acumulados innecesariamente. Y, a nosotros, no nos cuesta nada contribuir.
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