¿Puntos para las maletas?

Aunque los belenes lleven días inaugurados y los villancicos semanas soniqueteando, convengamos que es tal día como el 22, con la Lotería de Navidad, cuando quedan oficialmente inauguradas estas benditas fiestas.Bienvenida, y agradecida de tener conmigo por el momento, esa saluda mansalva, (y que se quede muchos años) que repartió ayer el bombo entre tantos y tanto, aunque hay en la provincia, esta vez sí, también unos cuantos a los queles ha caído un pellizco interesante.

Ahora con esa salud y el mismo dinerito, o algo menos de eso último, me dispongo a las compras navideñas que se me antojan cada vez más difíciles, desde que he visto que ahora se venden patatas fritas en las farmacias (diet, eso sí), tazas de desayuno en las librerías, cosas de plástico en algunos mercadillos artesanos o perfumes en las gasolineras.Ya no se sabe donde acudir a buscar el mejor regalo para cada uno.

Yo en mi eterna búsqueda de una peluquería donde no me llamen ‘cielo’ ni me pregunten por mi vida, me encontré con que ya hay algunas donde venden ropa. En el supermercado puedes mirar el expositor de joyas mientras la cajera o cajero te aturulla arrojándote la piña y los turrones a toda velocidad sobre las bolsas sin que te de tiempo a colocarlas, te da el cambio y el ticket, mientas te pregunta que si tienes tarjeta de socio o si quieres los puntos para las maletas o para el taladro mientras suena otra vez ‘Jingle Bells’... Y eso, sólo el primer día.¡En fin, Felices Fiestas!