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Puede ser sólo una apreciación personal

24/05/2015
 Actualizado a 19/09/2019
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Es empezar a trabajar los políticos y quitársenos las ganas a todos los demás. Cuando se lanzan a la campaña electoral, que este año todos coinciden en que ha sido puerta a puerta (como debería ser la política en general y no la campaña en particular) a la gente le entran brotes de dignidad laboral y se van sucediendo la huelgas. Esta vez, por ejemplo, los primeros que se pusieron en huelga cuando nos empezaron a pedir el voto fueron los trabajadores de la basura.El calor, el olor y la cesión a los intereses de las empresas concesionarias, intereses tan oportunistas como justificados, terminaron con una protesta que el contribuyente no entendió muy bien ni por qué se convocó ni por qué se desconvocó. Puede ser una apreciación personal, pero no tenía nada que ver con la cercanía de las elecciones. Luego amenazaron con ir a la huelga los trabajadores del transporte urbano, pero finalmente llegaron a un acuerdo. Puede ser una apreciación personal, pero no tenía nada que ver con la cercanía de las elecciones. Más tarde fueron a la huelga los trabajadores de las ITV, que después de los controladores de la ORA deben de ser los más odiados de toda la seguridad vial, aunque ya han anunciado que el lunes vuelven a controlar los malos humos. Puede ser una apreciación personal, pero no tenía nada que ver con la cercanía de las elecciones. A continuación, les tocó a los carteros, que jugaban con la baza de impedir el voto por correo.Puede ser una apreciación personal, pero no tenía nada que ver con la cercanía de las elecciones. Esos siguen. Cuando la fiesta parecía plena, los futbolistas se acordaron de que son trabajadores y amenazaron con dejarnos sin final de la Liga.Y eso, en este país, son palabras mayores. Los candidatos hacían palmas con las orejas porque de ese modo se especularía en torno al reglamento y no en torno a los futuros pactos. Puede ser una apreciación personal, pero en eso sí que desde luego no tenía nada que ver con la cercanía de las elecciones sino los intereses económicos que terminaron brindándonos un final de Liga tan triste.Ya parecía imposible que nadie más hiciera huelga, pero entonces saltaron a la calle los músicos a protestar por el IVA cultural, a dejar pasar una jornada sin música, con lo que nos obligaron a todos a escuchar la monserga electoral que, con tal de no sufrir, dan a uno ganas de peregrinar al mismísimo Rocío. Desgraciadamente, para ella y para España,Edurne no se sumó a la iniciativa y nos brindó en la jornada de reflexión el tradicional «no pudo ser».Entre tanto, los candidatos han ido dejando pasar de largo la campaña, casi como no queriendo llamar demasiado la atención, como con ciertas ganas de que terminara... algo que, desde luego, no lo niego, es más probable que sea sólo una apreciación personal.
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