PSOE leonés, palos en las ruedas

De política opino desde la independencia pues soy apartidista («ajeno a cualquier partido»), lo que no significa que sea apolítico, ya que no vivo en el limbo de la ignorancia y no soy impermeable ni a la realidad ni a la historia. Por ello, me tengo por hombre de izquierdas, con espíritu crítico y de ideas y actitudes avanzadas.

No es fácil, no se crean. Pocas organizaciones políticas tienen tanta negativa experiencia en meterse palos en las ruedas o en alcanzar tanta supuesta pureza ideológica o posesión absoluta de la verdad como las formaciones de izquierda. ¿Cuántas veces no recuerdan a la clerigalla del «haz lo que digo, no lo que hago»?

Así, no entiendo cómo el PSOE leonés, fiel a su tradición de «pocos, pero mal avenidos», nos ofrece estos días el triste espectáculo de cómo desde el aparato provincial se empieza a intentar hacerle la cama al secretario de la ejecutiva local y alcalde, José Antonio Diez. A última hora de hoy, miércoles, se sabrá el resultado de la conchabanza revestida de primada, que no primaria, interna.

No se frote las manos el PP leonés, que, además de los presentes codazos y yoyós, cosa parecida vimos hacerle a Emilio Gutiérrez (alcalde por mayoría absoluta en las elecciones de 2011) para sustituirlo en 2015 por Antonio Silván a quien salvó Ciudadanos.

Seguramente no falten motivos de crítica a José Antonio Diez como secretario de la ejecutiva local, tal como parece ser la languideciente vida política interna de la agrupación, pero de ahí a su sustitución no hacen falta muchas luces para ver el primer paso hacia su reemplazo como candidato a la alcaldía si no sigue siendo secretario de la agrupación local y, de paso, cortarle las alas a un hipotético futuro vuelo a la secretaría provincial.

Lo que sí me parece deleznable es que el actual secretario provincial, Javier Alfonso Cendón, magistral repetidor de los argumentarios partidistas y diputado nacional –dudo de si por León o como sencillo palmero del gobierno (ver intervenciones y preguntas en el Congreso)–, se preste al viejo y denigrante truco de nuevas afiliaciones tan repentinas cual milagrosas conversiones a una nueva fe y tan criticadas a Mañueco (PP) en sus primarias de Salamanca.

De las instancias superiores y su tibieza… arcadas. ¿Para qué mojarse, verdad, si mañana pueden ser ellos, bien el uno, bien el otro? ¡Cómo está lo de la seguridad en el empleo a pesar de la reforma laboral! ¡Qué lástima!

Les dejo, que me voy cual Pegasus a un quimérico curso de real ahorro.

Buena semana hagamos y tengamos. ¡Salud!