Pruebas de fuego

Lo que parece un cambio total en los gobiernos de algunos municipios de León pero también del conjunto de España se puede volver en contra de todos y cada uno de los partidos que tienen más o menos poder en diferentes administraciones.

La primera gran prueba de fuego a la que se enfrentaba el Gobierno es la de la ministra de Sanidad. Resulta que ha hecho un Pablo Casado o un Cristina Cifuentes y, por tanto, se le debería pedir lo mismo que a los populares: dejar sus cargos sin un ápice de duda.

Y eso que la jugada a Casado le salió muy bien: no solo no dejó el partido, sino que además fue votado para ser su presidente... Mientras, miles de españoles, esos que no tienen que decir en cada frase «¡Viva el rey!», pagan cantidades astronómicas y trabajan y estudian a conciencia para sacar adelante sus másteres.

Por eso el PSOE tiene la oportunidad de dejar claro que no quiere actuar igual, a la vez que colocaría en una situación más que comprometida a Casado con la dimisión de Carmen Montón.

En León estás jugadas se están dando en San Andrés y en Villaquilambre de forma desigual. En el primer municipio, se ha hecho dimitir a Gancedo y los dos ediles investigados en la trama Enredadera solo cuando se ha visto en peligro real la Alcaldía, puesto que PP, IU y UPL están acercando posturas por primera vez en todo el mandato.

En Villaquilambre gobernará una coalición con tantas siglas que será difícil ponerle un nombre sensato para abreviar, pero el PSOE estará al mando los próximos meses sin que se espere que en el PP haya movimientos. ¿Dejará García su puesto como en San Andrés, después de que desde su partido se haya pedido una y otra vez coherencia?

Donde parece que no pasa nada es en León. ¿Nadie se atreve a presentar una moción de censura o es que da pereza sentarse a dialogar con otros, con lo bien que se está en la oposición? Aquí los socialistas de nuevo tendrían mucho que decir, pero no parece que les mueva eso de la coherencia...