Proyecto Hombre teme que el "marcado" abuso de las nuevas tecnologías pase a adicciones

El uso inadecuado de internet entre los jóvenes, gran preocupación

C. Centeno
18/11/2019
 Actualizado a 18/11/2019
Las apuestas online son una de las principales preocupaciones. | MAURICIO PEÑA
Las apuestas online son una de las principales preocupaciones. | MAURICIO PEÑA
El ‘boom’ de las nuevas tecnologías en los últimos años y el «marcado» abuso que desarrollan sobre ellas los jóvenes, junto con el auge de los juegos ‘online’ y la proliferación de las casas de apuestas, son las grandes preocupaciones de Proyecto Hombre Bierzo-León, una asociación dedicada a la prevención y el tratamiento de drogodependencias y otras adicciones que el año pasado atendió a 1.248 personas de toda la provincia.

Precisamente las nuevas adicciones de tipo conductual tomarán especial relevancia en la programación de la quinta edición del Máster que promueve la organización junto con la Universidad de León y cuyo plazo de matrícula se abrió el viernes 15 de noviembre. Un problema en continuo aumento y evolución que deriva del «uso inadecuado de internet», según explica la directora del postgrado y médica experta en adicciones María Jesús González, haciendo referencia a las redes sociales desde las que «se hace acoso escolar, sexual o chantajes» y los «trastornos adictivos» que generan las apuestas ‘online’. A ellas acceden jóvenes, muchas veces menores de edad a pesar de las prohibiciones, de un perfil «muy variado», asegura González. «Suelen ser adolescentes entre 16 y 18 años y en ocasiones está asociado al fracaso escolar, chicos que están mucho en la calle o factores de vulnerabilidad personal como tener menos control de impulsos, arrastrar algún problema o estar deprimidos», confirma.

En la misma línea se muestra el presidente y director terapéutico de Proyecto Hombre Bierzo-León, Jorge Peña, que asegura que durante el año pasado el programa ‘Re.iniciate’, por el que llegan a la asociación casos de uso inadecuado y abuso de las TIC, atendió 17 casos de jóvenes «enganchados a internet o al juego», entre los que se encontró un asunto de «adicción al sexo por internet». Se trata de algo «emergente» que por el momento no supone un número significativo pero que «creemos que va a crecer».

Según han podido comprobar desde la asociación, la forma de entrar en estas adicciones es «por medio del móvil» que «está siendo el regalo estrella de las comuniones», lo que supone que niños de tan solo ocho años tengan teléfono propio. Desde esa edad, en un comienzo «entran a buscar sexo, lo primero con lo que entran en contacto», después «empiezan a grabar cosas en el colegio porque lo ven y lo oyen y es algo que se está generalizando» y, por último, llegan las primeras tomas de contacto con el juego «un poquito más tarde», entre los 13 y los 14 años.

El mismo problema ve González, que asegura que el trabajo de prevención tiene que empezar «por la base» que es la familia, porque «los chicos no pueden tener el móvil todo el día y sin control». Además, la directora del Máster en Adicciones cree que todos estos asuntos están exigiendo «una regulación», porque son un tema «también social» en el que tienen que tomar cartas las autoridades. «Estas apuestas están aprovechando un agujero legal que todavía no está regulado» y «como sociedad tenemos que denunciarlo», en referencia a la proliferación de casas de apuesta «en todos los barrios», también «en los pobres», lo que ha llevado a que «estamos teniendo muchísimos más casos de ludopatía que antes».

De abuso a adicción


A pesar del auge del problema, Jorge Peña asegura que la mayoría de los casos actuales que llegan a Proyecto Joven-Proyecto Hombre son por problemas de «abuso muy marcado» pero no llegan aún a ser adicciones. Esos casos entran dentro de lo que se denomina prevención indicada «porque han entrado en contacto pero no son todavía adictos». En esta circunstancia se encuentran en la actualidad el 20% de las personas que llegan a la asociación, «pero como abusadores más que como adicción definida», insiste.

Cuando una persona es adicta a las nuevas tecnologías, tiene «la misma conducta que un adicto a sustancias», explica Peña. «Mentiras, violencia si le impides hacerlo, se empiezan a descuidar a ellos mismos en todos los niveles, pierden atención en el estudio o hay síndrome de abstinencia», confiesa el director terapéutico de Proyecto Hombre en la provincia. «Es muy parecido a una adicción con sustancia, pero sin sustancia», relata. Para llegar a ser adicto y presentar «una serie de fenómenos muy claros» como estar todo el día pendiente, despertarse a medianoche, sentir vibrar el teléfono sin tenerlo, etcétera, «hace falta tiempo», asegura Peña. Por lo que teme que en unos años «el problema sea mayor». «Primero lo usas, luego abusas y después creas la adicción», indica.

«Los niños no pueden tener el móvil todo el día y sin control»


María Jesús González, directora del máster de la Universidad de León y Proyecto Hombre y experta, explica que las nuevas adicciones conductuales a lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías y el uso inadecuado de internet ocuparán en esta edición un lugar importante en un programa formativo del que se pretende que los profesionales «salgan preparados para atender cualquier situación de adicción en cualquier ámbito».

González asegura que se tocarán temas legales, biológicos, sobre terapias, educación o prevención en esta materia en un máster abierto «a todo aquel que pueda estar interesado», aunque participan especialmente trabajadores y educadores sociales, profesionales de la enfermería, psicólogos o médicos, que reciben una formación destinada a «profesionalizar» a las personas que trabajan con las diferentes situaciones de adicción.
Lo más leído