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Provincialización y mentiras

23/07/2020
 Actualizado a 23/07/2020
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La Junta de Castilla y León ha desarrollado un discurso anual en torno a lo que gasta en cada provincia. Con ello pretende dar una apariencia de equilibrio en el trato. Lo que la Consejería de Hacienda hace es diferenciar entre el presupuesto total de la Junta y una parte de él, a la que llama «presupuesto provincializado». La suma de los presupuestos por provincia no suman el presupuesto total; el discurso es un engaño.

El último presupuesto de la Junta incluye poco más de la mitad de sus fondos en lo que especifica por provincias. El resto, queda en una bolsa «sin provincializar», aunque no se gaste en el espacio intergaláctico, si no en lugares concretos de esta autonomía que la consejería conoce. Se ha pedido al menos en tres ocasiones a la Junta que comunique a qué provincias fue a parar el gasto «no provincializado» en las Cortes, pero no respondió.

El reparto de fondos estatal sigue criterios de asignación por superficie y población. En 2018, último disponible, a la provincia leonesa le corresponderían 1933 millones de euros autonómicos, pero solo le han «provincializado» 1114. A Zamora le provincializaron menos de la mitad de los 995 millones que le corresponderían. En conjunto, a la Región Leonesa le faltan 1886 millones anuales. Una parte del gasto no provincializado debería venir a León, pero se oculta en sede parlamentaria: malo.

Se asume que en una autonomía leonesa se provincializaría el 100% del presupuesto, obligando a un reparto de sedes para que cada territorio las soportase con presupuesto propio. Eso incluiría 464 millones anuales que corresponderían al Bierzo, cuyo consejo comarcal gestiona actualmente menos de 5 millones de euros (el 1% de esa cifra). El estado autonómico ha demostrado que cualquier otra opción es mala, provocando territorios en grave declive como Lugo, Orense, Jaen, Cuenca, Zamora o León, por ejemplo. La provincia es la mejor unidad de gestión con diferencia, como demostraron el País Vasco y todas las autonomías uniprovinciales en los últimos 35 años.

Un dato revelador sobre el desequilibrio lo da el Boletín de Personal al Servicio de las Administraciones Públicas del Ministerio de Función Pública, de enero de 2020. Si bien León y Valladolid tienen similar empleo en la administración local y en la estatal, en la autonómica se aprecia la diferencia: 15480 en León por 21670 en Valladolid, un 40% más de empleados en la Junta. Ahí se esconden los fondos no provincializados: altos cargos, servicios centrales, organismos, contratación, etc. Si la mesa por León ha de empezar por algo, es por provincializar el 100% del presupuesto autonómico.
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