Proteger el pórtico de la Catedral de León 'Desde el Corredorcillo'

El claustro de la Pulchra Leonina acoge una exposición con las 42 propuestas del concurso de ideas para la portada

D.L.M.
04/10/2022
 Actualizado a 04/10/2022
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La protección del imponente pórtico de la Catedral es una de las actuaciones más relevantes sobre el patrimonio leonés. El tacto que exige la Pulchra Leonina hace que cualquier propuesta tenga que resultar mínima en su impacto y máxima en su resultado. Con esta idea, para frenar la degradación del pórtico, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta convocó en 2021 un concurso de ideas con posibles soluciones. Finalizadas la selección, las 42 propuestas recibidas se pueden ver en una exposición gratuita en el Claustro de la Catedral, que se encuadra en los actos del Día Mundial de la Arquitectural del Colegio de Arquitectos de León (Coal). Entre ellas, por supuesto, se encuentra la ganadora denominada ‘Desde el Corredorcillo’.

Como explica el autor, Julio César Moreno, la idea ganadora se articula en base a una membrana tersa, casi sin carpintería para que no tenga elementos opacos, como un bastidor de un plástico tecnológico, que permite la adición de sustancias y de patrones de sombreo con lo cual se puede regular el funcionamiento térmico del espacio que queda detrás, dentro de cada uno de los pórticos. La membrana se suspende de un elemento que viene a restituir el antiguo antepecho que había en la portada y que se suprimió con la gran restauración de finales del Siglo XIX.Este elemento simula una coronación calada, que es como una crestería y hace que se fusione el hastial de la Catedral con la portada que era el efecto que producía el anterior, la que se suprimió. Este elemento permite que el elemento que cuelga se consiga anclar a la parte trasera del pórtico, que es mucho más resistente, y no se sobrecarga la parte más delicada, que es el frente.

En resumen, se coloca el elemento en voladizo, se suspende la membrana y se tensa a los cimientos. Así, “el conjunto no afecta al funcionamiento estructural de la portada y, sin embargo, no la daña, es una intervención muy ligera”.

Julio César Moreno reconoce el vértigo que sintió antes de acometer el proyecto. Su propuesta trata de llevar el lenguaje contemporáneo a un edificio tan monumental como la Catedral de León. La emoción de la redacción se tradujo en alegría cuando le comunicaron la selección, un premio al compromiso que han mantenido él y su equipo con el proyecto.

Ahora será el Cabildo de la Catedral, quien deberá avanzar en el estudio de la viabilidad o no de esta posible solución. Por supuesto, para el ganador del concurso “lo que apetece muchísimo es que se haga, pero eso ya será otra cosa, los arquitectos estamos para construir, aunque ya solo este momento ha merecido la pena”
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