Protección de la infancia

Sabido es que muchas de las mejoras sociales que se han alcanzado históricamente han llegado después de haber sufrido traumáticas desgracias, pero en el caso de los niños no deberíamos esperar a tener que sufrir una tragedia para escuchar esa frase de que «vamos a mejorar los protocolos». Se puede aplicar al cuidado de los menores que viven en situación de riesgo o de pobreza y también para casos como el reciente de acoso escolar del que se ha tenido conocimiento hace pocos días en la ciudad de León. En este sentido, la Junta de Castilla y León acaba de impulsar una quincena de medidas para reforzar el sistema de protección a la infancia, incidiendo especialmente en garantizar la detección y la notificación de los casos de maltrato infantil y en la coordinación de todos los agentes que intervienen para reducir al máximo este tipo de sucesos. Estas iniciativas contemplan tres áreas de actuación: las que desarrollan con recursos propios los Servicios Sociales, las que requieren de la implicación de otras consejerías de la Junta y las que precisan de coordinación con otros agentes del sistema. La coordinación entre las distintas instituciones, y a menudo también la comunicación dentro de una misma institución, deben ser los primeros pasos para que no tengamos que lamentarnos de tragedias y que ya sea demasiado tarde actuar.