Prometen, del verbo mentir

Es tan tan tan…que no tiene bautismo. ¿Cómo vas a llamar a alguien que te promete y te despromete con una soltura insultante cuando estás a las puertas de un túnel cortito con una luz blanca del otro lado? Igual sí tiene nombre, pero hasta escribirlo sonroja. Soy Bierzo, una comarca de fábula. A ver, que no es que lo diga yo. Que tengo el aval de dos «pueblos más bonitos de España», Patrimonios de la Humanidad por los cuatro costados, un pasado romano único, un camino de Santiago con arterias al gusto, castros, castillos y un turismo rural que deja boquiabiertos a esos que vienen a tomar aire desde Valladolid. Soy su momento de descanso y cada mañana me despierto sorprendida porque lo han vuelto a hacer. Me han metido la mano en el bolsillo. Y como quien no quiere la cosa, voy descontando. Primero fueron los billetes grandes, los de la minería. En dos días me dejaron con cuatro monedas y las tarjetas del banco…que algún crédito para reindustrializar me dieron. Ya había notado yo que me estaban tangando con lo de la A-76, creo que era una inversión de esas filatélicas, que al final, no llegaban ni a parcheado de zahorra. Pero el tren estaba mirando de reojo y date, cuando ya veía que colaba que lo de la autopista se retrasaba dijo, me las piro que no se entera ni el tato. Y el Tato se enteró. Y la tata del Tato, pero, el tren sigue lanzando globos sonda de cuando en vez y me temo que lo que quiere es hacer un mutis por el foro sonoro. Infraestructuras e industria, fusiladas, quedaba turismo y campo. Con las uñas lo he defendido. Son mis hijos por naturaleza. Y esos no pueden irse como el tren o como LM. Llevo erre que erre pidiendo al Bierzo que se haga marca, que sea uno y que en Las Médulashaya equipo. Pues me he pasado 25 años viendo como vienen y van promesas, manoseando mis minas romanas como si fueran un cuadro. En el campo hubo quien me prometió un parque agroalimentario. Pregunté de qué iba eso, porque no me había preguntado si lo quería o qué tenía yo que poner para hacerlo.Ahora me dicen que si lo quiero que pague. Y cuando he ido a mirar en la cartera, ya no me queda ni lo suelto. Ni para radioterapia tengo. Entre tanta mentira me han hecho despistar el camino y lo único que he conseguido es perder lo que tenía…