¿Prohibido prohibir?

22/09/2020
 Actualizado a 22/09/2020
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Al «no por mucho madrugar amanece más temprano» siempre le responde un «a quien madruga dios le ayuda»; aunque nunca falta quien aún remata el remate y cambia el refrán: «A quien madruga nadie le prepara el desayuno» o «a quien madruga un buen café le ayuda».

Si me pusiera estupendo llevaría el argumento a la crítica de la razón pura y la práctica, citando a Immanuel Kant, pero no lo voy a hacer porque seguramente me acusarais, seguramente con razón, de haber viajado al corazón de Google mientras que el refranero me lo refresca cada mañana a la hora del vino Arsenio el de Almuzara, que los sabe todos, que tiene uno para cada conversación y lo remata con alguna adivinanza o acertijo. Por eso me quedo con él, que lo veo en los bares, donde está la gente decente, y además no le hace falta tener wifi ni cobertura. Se rasca la cabeza, la menea pensativo y te lo refranea.

Viene el preámbulo a cuento de que nuevamente Mauri me arrincona en tablas con una de esas fotos que te pueden acabar metiendo en un barullo, y más según están los ánimos con la sensibilidad leonesa, que ni los hombres del tiempo se libran por meternos en el saco meteorológico de las dos castillas.

¿Qué todo lo de León está prohibido? Igual era forzar un poco la imagen.

¿Qué dónde se ha quedado la vieja utopía del prohibido prohibir que tanto nos gustaba en tiempos de mucha querencia a no dejar? Tampoco parecen tiempos de reivindicarla, ahora que desde tantos frentes se pide más prohibición, más mano dura, persecución...

¿Entonces qué camino tomamos con la foto?

Yo, sinceramente, creo que lo que mejor se le ajusta es que «a quien madruga nadie le prepara el café».
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