El recibimiento al rebaño de ovejas merinas, en torno a las dos del mediodía, fue el eje central de la jornada, pero no el único acontecimiento, y es que esta fiesta hunde cada año sus raíces en la tradición para poner en valor las tradiciones de la montaña. Los actos programados daban comienzo por la mañana con la apertura de la feria de productos agroalimentarios. Casi de manera paralela se iniciaba el concurso y exhibición de perros mastines con excelentes ejemplares. La lucha leonesa también estuvo muy presente durante la mañana, dando paso a otro de los clásicos de la Fiesta de la Trashumancia: el concurso de siega con guadaña, valorándose el tiempo y la limpieza. En torno a las 14:00 horas llegó el momento más emblemático de la jornada, con el recibimiento del rebaño de merinas trashumantes marcado por la llegada de casi de dos mil cabezas. Media hora después, la cultura pastoril continuaba de manifiesto con la degustación de la típica comida en el recinto ferial, cerrando así los actos matinales.
Por la tarde, los actos continuaban con la exhibición de perros de pastoreo. Dos horas después, a las 19:00 horas, llegaba el momento de disfrutar con bailes regionales y la degustación del dulce típico de la rosca. El concierto a cargo del grupo La Rueca, a las 19:30 horas, cerró los actos de la tarde, que se retomaban a partir de las 23:30 horas con la verbena en Tejerina.