Prioro, chorco y corral de lobos

En Prioro han construido hace unos años un chorco, la histórica trampa con la que los pueblos cazaban a los lobos con la participación de todos los vecinos, y lo han hecho en el paraje denominado el Corral de los lobos

Fulgencio Fernández
07/06/2020
 Actualizado a 08/06/2020
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«Pues ya llegamos. Éste es el paraíso». Lo dice convencido Elías Rodríguez, de 87 años, cuando llegamos a un paraje que seguramente merece el calificativo. Es el Corral de los lobos, en el que podemos ver un bien conservado chorco de lobos, la trampa que se utilizaba antiguamente para cazar al que era uno de los grandes enemigos de los ganaderos.

- Es un chorco.

- Lo es. Pero este sitio en el que se encuentra le decimos el corral... de los lobos, claro está. Siempre se llamó así; el chorco, que es la trampa, lo hicieron hace unos años como aliciente para las visitas, y está muy bien y bien se conserva, que para eso pelaron los robles de la empelizada que los árboles con corteza se pudren antes.

Este veterano vecino —Tío Elías, como le llama con respeto insidimulado el joven Rodrigo Fuentes— sabe muy bien de lo que habla, conoce bien todos estos montes en los que fue pastor muchos años, recuerda sus nombres pues los llevó a las tablillas que él mismo ha hecho y ha colocadopor todos los parajes del pueblo y sus montes, y lo cuenta como nadie, con las palabras precisas y las expresiones tan propias que usan en este pueblo.

- Siempre fue el corral de los lobos y por aquípasaba la vereda de Tejerina, por donde íbamos de un pueblo a otro, por ejemplo iba el médico a visitar a losenfermos, a caballo, claro está, que nosotros íbamos andando.

- Tío Elías, ¿aquí estaba también el sestil?; le pregunta el joven Rodrigo.

- Aquí, Rodrigo, estaban los sestiles. Aquí el sestil del Cásparo, de este otro lado el sestil del Sotillo; encima de el del Sotillo estaba el sestil de los corderos y debajo el de los chivos; explica Tío Elías mientras va señalanado con la cacha cada uno de los parajes de los que habla.

- ¿Qué es el sestil?

- El sesteadero, donde se quedaban los ganados, las veceras, de ovejas, de vacas, de cabras... dicen los antiguos que en Prioro llegó a haber hasta vecera de cerdos, no te lo sabría decir con seguridad.

- ¿Y el Cásparo y el Sotillo?

- Barrios del pueblo, que cada uno tenía su vecera.

Rodri le comenta que él también ha escuchado en su casa que lo hubo, tal vez a su abuelo, que con una navaja como arma ha dejado unos muebles de madera en la casa que hay que verlos, explicarlos nunca haría justicia al trabajo realizado.

Escucha con atención el joven a Tío Elías, nombre que dice con verdadera admiración, la de quien sabe que ese Tío es el sinónimo más cercano a sabio, a quien lo sabe casi todo de este mundo del que habla: las veceras, las veredas, los sestiles, los lobos y los diversos pagos que hemos ido atravesando para llegar al chorco o al corral, que curiosamente están en el mismo lugar.

- Hemos ido atravesando parajes Montenaño, Los praos perdidos, el Campo del Villar, Repenedo... uno que le gusta mucho a la gente es el de Valdelacarral, se conoce que les suena bien, yo estoy acostumbrado.

Está muyacostumbrado Tío Elías porque por ellos ha pasado muchas horas de su vida y porque en los últimos años ha entretenido muchas horas de su ocio en fabricar unas tablillas en las que ha escrito los nombres con el fin de que todos los visitantes puedan saber por donde caminan. Recuerda muchos de esos nombres:«Primero hice el de la Fuente de la Ortiga, después pensé en los molinos, el roblón de Valdelarcos, que merece la pena conocerlo, el paso a las Socabadas, la Boyería, que ya te dije que era de bueyes no de bollos; y la broma del Valle de los Jubilados, porque es por donde salen a pasear, que ahora podría ser también del virus este tan malo». Yen un alto del camino nos enseña otras dos aportaciones: «Mira los bancos de la luz. Es que están hechos con postes viejos del tendido eléctrico. Y qué buen servicio han hecho».

Volvemosa la historia del chorco, construido hace unos años con motivos turísticos y es el punto clave de una ruta circula de unos ocho kilómetros. El chorco reproduce con gran fidelidad todos los elementos del mismo: La empalizada, los puestos protegidos (una especie de pequeño chozo) en los que que se guardaban algunos vecinos para azuzar al lobo cuando pasaba camino de la trampa final...

- Pero ahora ya no está bien visto lo de matar los lobos.

- Son los tiempos. De aquella, perderganado a manos de los lobos era muy gravoso para las familias, que la vida era muy dura; explica esta inagotable fuente de historias.

Y recuerda tantas tradiciones vinculadas a la protección del ganado frente a los lobos, pedir por las casas cuando se mataba...

Seguimos el camino y el infatigable Tío Elías le pregunta a Rodrigo: «¿Está gente querrá ver la Peña Horacada?».

- Si quieren...; responde Rodrigo que nunca le lleva la contraria.

- Merece la pena, creo yo.

Lo tupido de la vegetación complica algo llegar hasta la peña, algo apartada de la ruta que lleva hasta el chorco y corral de los lobos, pero aparece. Y claro que merece la pena. Una singular peña que tiene hueca una casi perfecta circunferencia por la que asoma desde el cielo hasta todo el valle en su esplendor, que es mucho en estas fechas. «Yo creo que son las mejores semanas para visitar estos montes»,dice convencidoTío Elías, quien le reconoce a Rodrigo que hay una especie de leyenda popular que habla de quién pudo horadar aquel redondel casi perfecto y habla de un vecino con especial capacidad para ‘disparar’ misiles de viento.

- Se lo contamos si no lo escriben, que ya se sabe que esas cosas se quedan en los pueblos.

Y lo prometido es deuda.
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