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Prietas las filas

10/10/2021
 Actualizado a 10/10/2021
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El Partido Popular está unido. Prietas las filas. Todos detrás del líder. Eso reflejaron los medios conservadores que, entregados a la causa, cubrieron el evento convencional de Valencia, capital reconvertida en la piedra angular de las futuras aspiraciones de Génova. O lo que es lo mismo, la voluntad de llegar a La Moncloa dentro de dos años y darle un giro de ciento ochenta grados a la política gubernamental. Si eso no se produjera a la hora de la verdad –que aún falta un trecho– que la derecha –o el centro derecha, que dicen los moderaditos– se ponga a cavilar. Triunfalismos, los justos. Y más ojo avizor.

Pues bien, la delegación leonesa que acudió a la capital del Turia, también pareció unida. Pareció. Al menos así se desprendía de la tradicional foto de familia que, por costumbre, se plasma en este tipo de actos. Al final, de una u otra forma, siempre se llega a la misma conclusión: ni estaban todos los que son, ni son todos los que estaban. Lo habitual. Quizá faltaron algunas caras y sobraron otras. Una, en concreto (en femenino), que, con excesivo floripondio como distingo, se mete como piojo por costura con tal de tener protagonismo (social). Que se lo pregunten a la mayoría de los afiliados que se acercan regularmente por el Paseo de Salamanca o su entorno. Tener cargos le obsesiona.

Al margen de oportunistas –que los hay en cualquier partido– el asunto (lo de las caras, las posturitas y la unidad) se sustanciará de aquí a poco más de un año. Justo, cuando Javier Santiago Vélez, el presidente provincial, tenga que comenzar a elaborar las futuras listas electorales. Que llevan su tiempo. Y sus disgustos. La del Ayuntamiento de León y la de las Cortes no van a ser ni pan comido, ni moco de pavo. Vélez querrá colocar a sus peones y su ‘socio’, Antonio Silván, apostará, como es natural, por enlistar a los de su confianza. Y los puestos de salida no son tantos. Si se hace un repaso de los posibles aspirantes, los números descuadran.

Y algo que nadie discute en el partido –de puertas afuera no se entona por igual la partitura– es que el alcaldable a la capital leonesa va a ser David Fernández, la joven ‘promesa’ criada a los pechos de Silván. Va en el acuerdo con Vélez, el candidato in pectore a la presidencia de la Diputación desde la alcaldía de Almanza. En cuanto a lo de la Junta, el Bierzo reclamará su tradicional trozo de la tarta –que es lógico–, como lo pedirán, ahora, las sufridas juntas comarcales. La incidencia podría centrarse en Cistierna, un territorio indispensable y durante mucho tiempo olvidado por la ‘superioridad’ depuesta de Martínez Majo, el ‘ex embajador’ de Mañueco. Sin duda, el PP le debe una satisfacción a la Montaña Oriental.
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