Prevención y sanción

16/10/2020
 Actualizado a 16/10/2020
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Más allá de las cifras, esos fríos aunque duros números que nos han llevado al actual confinamiento perimetral, son las situaciones concretas, esos casos que nos pasan directamente o a alguien que conocemos, esas historias que te cuentan o estampas que tú mismo ves, las que te hacen darle una vuelta de tuerca mental a cómo van las cosas.

Durante los últimos meses, todos los casos que conocí de gente que se tenía que hacer PCR por ser contacto en León iban en un máximo de dos días. La sensación es que eso funcionaba, aunque la forma de hacerlo en el CHF y el Reino con más de tres horas de espera en muchos casos fuera evidentamente mejorable e incomprensible. Pero la última, viendo que a una persona que llamó el viernes pasado no se la harán hasta este sábado, deja claro que la situación se ha desbordado.

El hospital vuelve a ir llenándose, el número de casos y de muertos ascendiendo y, como consecuencia, deben subir también las labores de prevención... y de sanción, porque ha quedado claro que es lo único que nos lleva a cumplir las normas.

Todos podemos contagiarnos aún cumpliendo las medidas sanitarias. Y pegárselo a alguien si eres asintomático o hasta que desarrolles la enfermedad. Pero hay otros muchos casos evitables.

Y desde luego, si hay algo que saca de quicio, es el de las cuarentenas no cumplidas. ¿En qué cabeza cabe que estés infectado, a expensas del resultado o de ver si desarrollas la enfermedad, y sigas saliendo y teniendo contacto con otras personas? Da igual que tu excusa sea el perjuicio laboral, el mal funcionamiento de la Administración que te lo alargue o puro egoísmo, en el momento en el que decides poner en riesgo a alguien más has perdido toda la razón.

Pero claro, para controlar esto y el cumplimiento de las normas que más o menos acertadas pero son las impuestas, son necesarios controles. No es que ‘pasen de todo’ una mayoría, pero con que un grupo grande lo haga ya se nota mucho y ver la zona universitaria, la salida de un instituto, los cigarros mientras se camina por la calle o la situación de las terrazas no se corresponde con la cruda realidad que ya volvemos a vivir. Y a quien lo castigaría tampoco lo ves...
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