javier-callado-2.jpg

Presupuesto, autonomía y engaño

03/12/2020
 Actualizado a 03/12/2020
Guardar
Se han presentado los presupuestos de la Junta de Castilla y León para 2021. La cifra total es de casi 12.300 millones de euros. El reparto proporcional a la población de cada provincia indica que a León le corresponde un 19,5% del presupuesto, es decir, unos 2.400 millones de euros. Cualquier cifra por debajo significa que cada leonés recibe menos asistencia pública que los ciudadanos de otras provincias.

La Junta de Castilla y León hace público un reparto que denomina como «provincializado». Supone el 56,5% de la cifra presupuestaria total. Ese reparto es una maniobra de distracción para ocultar el destino real del gasto público por provincia. Si bien los interventores de la Junta saben dónde va hasta el último euro de los presupuestos, el ejecutivo lo oculta. Evita quede en evidencia que se detraen recursos de los leoneses para llevarlos a Valladolid. Los números no engañan.

Según los propios datos que la Junta proporciona, los gastos de personal y los gastos corrientes en bienes y servicios (luz, limpieza, etc.) suman el 49% del presupuesto. Como el ‘Boletín de Personal al servicio de las administraciones públicas’ del Ministerio de Función Pública indica que en Valladolid hay 21672 empleados de la Junta (casi la cuarta parte del total), ya sabemos dónde va a parar algo más de la cuarta parte de todo el gasto corriente de la Junta. Y es más de la cuarta parte porque los salarios de los altos funcionarios, concentrados en Valladolid, son más altos que los de sus compañeros.

Como contraste, valga que la siguiente provincia con más trabajadores de la Junta es León, con 15.480 –de rango menor a los de las consejerías en Valladolid–. Tengamos en cuenta que el gasto provincializado del que habla la Junta para Valladolid es de 1.255 millones. Sin embargo, atendiendo a las cifras que hemos citado, Valladolid recibe solo en gasto corriente (personal, bienes y servicios) no menos de 1500 millones. Hay que sumar además las inversiones, que fácilmente doblarán esa cifra.

Los presupuestos provincializados que publica la Junta son un fraude, como se ve. No responden a la realidad y evitan que se centre la atención en un gran problema de esta autonomía fallida: la mentira a los ciudadanos, a los que se dijo que se descentralizarían las sedes. El desequilibrio territorial es tan acusado que, como me dijeron unos amigos andaluces de visita turística por León, en nuestra provincia se ve auténtica miseria, de la que ya casi no se encuentra en Andalucía. Ese es el resultado de la gestión de la Junta de Castilla y León, y estos son los presupuestos con los que dicen que van a resolverlo.
Lo más leído