19/03/2021
 Actualizado a 19/03/2021
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La Lonja de León cotizó el pasado miércoles los cereales, con el maíz como cultivo estrella, a unos precios que a punto habrán estado de marcar el récord histórico. Nada hacía pensar en el mes de julio, cuando comenzó la cosecha del cereal de invierno, que los precios iban a tomar estos derroteros, y los análisis más objetivos aconsejaban no correr más riesgos y largar cuanto antes la cosecha a pesar de que algunos cereales, como la cebada, cotizaban a precios de auténtico derribo. Operar en un libre mercado tiene estos riesgos, el de vender cuando crees que es buen momento y ver después que las cotizaciones repuntan y no te beneficias de ello, y el de no vender a la espera de que las cosas mejoren y tener que hacerlo meses después con cotizaciones muy inferiores. Este año la diferencia ha sido brutal y por lo tanto especialmente llamativa, y afortunadamente las cotizaciones han variado al alza beneficiando a los productores que todavía tenían el grano en su poder, que han sido mayoritariamente los productores de maíz. Cereales como el trigo o la cebada han subido cuarenta euros por tonelada entre mediados de agosto y esta semana de marzo, representando más de un veinticinco por ciento. Si los cerealistas profesionales que vendieron en agosto, que fueron mayoría, hubieran podido ver el futuro de los mercados, habrían dejado las ventas para el momento actual y con ello habrían facturado unos 15.000 euros más, cantidad que muchos años no queda de beneficio labrando 130 hectáreas de terreno del secano mediocre de nuestra provincia. Un economista nos diría que hay que saber vender, pero le contestaríamos que siendo cierto, cómo se hace eso, porque a toro pasado todos somos muy listos, pero cuando hay que ir por delante nadie da una, como ocurre operando en bolsa. Y sí, el libre mercado, para repartir a unos quita a otros, en este caso ha quitado a los ganaderos que han visto disparados los precios de los piensos, y ha dado a los especuladores que han sabido y podido correr riesgos.
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