Prácticas donde aplicar el saber

La Universidad mantiene colaboración con empresas e instituciones para el desarrollo de las prácticas curriculares de los alumnos de últimos cursos de Grado y de Master

L.N.C.
08/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen de archivo de un grupo de estudiantes en un aula de la Universidad de León. | ULE
Imagen de archivo de un grupo de estudiantes en un aula de la Universidad de León. | ULE
Son el reflejo de aquello que el mercado laboral les brindará al acabar sus estudios, aunque también implican la oportunidad de llevar a la práctica lo aprendido los tres años anteriores. La Universidad de León (ULE) gestiona y mantiene colaboración con empresas e instituciones tanto nacionales como extranjeras para el desarrollo de las Prácticas Externas Curriculares que realizan los estudiantes de los últimos cursos de Grado y de Master.  Estas prácticas están incluidas en los planes de estudio como materias y asignaturas, y son organizadas y gestionadas por cada una de las trece Facultades y Escuelas de la ULE a las que están adscritos los estudios.  

El objetivo de estas prácticas estriba en completar la formación universitaria del estudiante proporcionándole una primera experiencia práctica de trabajo durante un periodo limitado de tiempo. Un hecho que incrementa la formación integral del alumno mediante la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos en la Facultad, y también le facilita la oportunidad de incorporarse al mundo profesional ya que en ocasiones constituye un interesante mecanismo de inserción laboral, puesto que muchos de los alumnos, al terminar su período de prácticas, continúan su vinculación con la empresa con un contrato laboral.

Cada Grado universitario oferta esta asignatura de Prácticas Externas en el último curso que se computa con un mínimo de 6 créditos ECTS y cuyo periodo oscila entre las 120 y las 150 horas de prácticas en la entidad colaboradora. Las vacaciones o el segundo semestre del curso académico son los periodos elegidos por los alumnos para el ejercicio de las prácticas externas.

Una elección que comunican al tutor académico de prácticas de cada grado y que se establece de común acuerdo con la empresa o institución. Además, el horario se fijará de acuerdo con las características de las prácticas, las disponibilidades de la universidad y de la entidad y siempre que sea compatible con la actividad académica, formativa y de participación desarrollada por el alumno en la vida universitaria.

«Aunque se trata de una asignatura optativa, son muy pocos los alumnos que decidan no hacer las Prácticas Externas curriculares, ya que es su primer contacto con el mundo laboral y un periodo de formación práctica que no se imparte en la Facultad», destaca Cristina Hidalgo, vicedecana de Prácticas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Este centro académico mantiene colaboración con más de un centenar de empresas e instituciones y durante el pasado curso realizaron Prácticas Externas un total de 177 alumnos.

«Dentro de estas prácticas también se oferta la posibilidad de hacerlas dentro de la propia Universidad, en institutos o grupos de investigación, sin embargo los estudiantes prefieren traspasar la frontera universitaria y desarrollar un ejercicio profesional», subraya Cristina Hidalgo quien ratifica que el porcentaje de prácticas en la Facultad de Económicas se distribuye en un 80% en empresas, un 15% en instituciones (como la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de León) y un 5% en la propia Universidad.

Cristina Hidalgo afirma que el atractivo de las empresas es superior para las estudiantes «porque muchas veces han servido de banco de pruebas y la puerta a un contrato laboral como así ha ocurrido con varios de nuestros estudiantes en empresas asentadas en León».

Al igual que la Facultad de Económicas, el resto de centros académicos de la ULE –con similar número de entidades colaboradoras- inician este mes el periodo de adjudicación de plazas en Prácticas para el segundo semestre del año; a partir de aquí el estudiante ‘trabajará’ en la empresa durante una media de dos meses y medio, actividad que compaginará con sus estudios y que estará supervisada por un tutor externo de la entidad y por un tutor académico.

Al término de las prácticas –no remuneradas salvo que así lo acuerde la Facultad con la empresa– el alumno habrá de redactar una memoria final en la que dejará constancia de la experiencia, de los trabajos realizados, de cómo ha resuelto algunos problemas y de la formación y aportación a su aprendizaje académico. Al mismo tiempo, el tutor de la entidad colaboradora emitirá otro informe que recogerá las competencias adquiridas por el alumno. Con ambas memorias, y la labor de seguimiento realizada, el tutor académico de cada Grado será el encargado de evaluar las Prácticas Externas.

Todo un engranaje de sinergias que prepara a los universitarios no solo para el ejercicio profesional, sino que también les sumerge en la vida real del mundo laboral (con jerarquías, horarios y problemas a solventar) al tiempo que les abre las puertas al fomento de su capacidad de emprendimiento.  
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