Porca miseria, viejo pozo

20/04/2018
 Actualizado a 18/09/2019
20-04-2018-a-la-contra.jpg
20-04-2018-a-la-contra.jpg
Otra nueva batalla, otro nuevo atropello, otro olvido, otro desprecio... la vieja historia de cómo te miran por encima del hombro aquellos que desde su despacho están convencidos de que el primer país productor de miel es la Granja San Francisco.

¿Qué les dice a ellos un pozo hecho piedra a piedra por los paisanos de la Valduerna? Nada, en su despacho de Confederación no hay ni una piedra. En los de la Junta prima la moqueta.

Con la vieja disculpa de los nuevos tiempos tiran por la borda siglos de sudor y sufrimiento, olvidan cómo se excavaron estos pozos, nada quieren saber de cómo suplieron las escaseces de sus sistemas.

Olvidan que para venir hoy a dar consejos y lecciones sería muy bueno que hubieran estado en estas mismas tierras cuando los especuladores venían como buitres a llevarse gratis, de manera miserable, sus patatas y sus cosechas. Nadie estaba allí para poner orden y justicia. Si hubieran estado los recibirían hoy, escucharían sus mensajes, arrimarían el hombro como han hecho siempre. Que el sudor del obrero también hace pozo y no se le puede cegar así como así, con cuatro palabras huecas.

¿Dónde estaban entonces? ? ¿Quiénes son ellos para pararse a pensar a ver si tienen ganas y tiempo en sus apretadas agendas para recibir y escuchar a estos labrantines que les ha dado por protestar?

Será cierto lo de los nuevos tiempos, seguro. Pero para que estos tiempos lleguen ha sido necesario que los de siempre les pusieran carretera. No vayas por ella con la mirada del que sabe porque no es tuya.

Antes de pasar la apisonadora del que manda hay que subirse al carro del que escucha y abrir el diccionario por las entradas de justicia y dignidad, para quien se la ganó.
Lo más leído