"Por los besos que quedaron por dar"

La explanada de Tabliza acogió este sábado el acto de recuerdo y homenaje a los seis mineros que murieron en el Pozo Emilio del Valle en 2013 con ofrenda floral, velas y seis minutos de silencio en memoria de los seis compañeros

Estefanía Niño
28/10/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Seis minutos de silencio en la concentración ante el Pozo Emilio. | E. NIÑO
Seis minutos de silencio en la concentración ante el Pozo Emilio. | E. NIÑO
Cuatro años después de aquel fatídico 28 de octubre de 2013, la explanada de Tabliza, donde aún se erige el Pozo Emilio del Valle, volvió a ser el punto de encuentro para mineros, compañeros, amigos y familiares. Bajo un sol más que atípico para el presente mes de octubre se desarrolló el acto de homenaje a los seis mineros fallecidos hace ahora cuatro años.

Poco a poco fueron llegaron los asistentes a este sencillo homenaje con el que se quiere mantener vivo el recuerdo de los ‘seis de la Vasco’. Allí, junto al monumento a los mineros, flores y seis velas, una por cada vida que engulló el Pozo Emilio. No faltó una breve lectura con la que recordar a los compañeros, recordando que «Hace cuatro años que esta mina se llevó la vida de Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez. Se escribió una página negra en la historia de esta comarca, pero no negra de carbón. Fue una página negra de dolor, de rabia y de impotencia. Cuatros después volvemos aquí, porque ni podemos ni queremos olvidar. Por todos los besos que quedaron por dar, por todas las cosas que quedaron por decir, por todos los senos que quedaron por cumplir. Por vosotros, un año más, pedimos justicia, respeto y memoria». A continuación, seis minutos de silencio, uno por cada compañero. Un silencio que solo estuvo marcado por los ruidos de las ‘tripas’ del Pozo de Emilio.

Tristeza en un homenaje que contrastó con el abandono de las instalaciones que durante tantos años fueron sinónimo de empleo y prosperidad. Cintas con rayas blancas y rojas delimitan las explotaciones que una colonia de gatos se niega a abandonar. Un año más el silencio en la explanada de Tabliza recordó el dolor de la familia minera, que sigue clamando justicia.

El duelo no solo se vivió en la mina, también en otros puntos de la comarca. En Ciñera una pancarta en la torre de la iglesia reza «a la memoria de los que perdieron la vida en la mina» mientras que flores y velas reposaban en la lámpara minera que corona la plaza. Allí, un escrito dejaba latente la impotencia de las familias, pidiendo «justicia ya» para los seis fallecidos yrecordando que «siempre estaréis en nuestra memoria y en nuestros corazones»
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