González quiso hacer balance de un año negro, en el que “nos siguen matando”. Se cierra 2019 con 99 asesinadas a las que quiso recordar pidiendo el fin de una lacra desde la educación de los niños “porque los niños también lloran sin que les tengan que llamar maricones por ello y las niñas también se llenan de barro, sin que les llamen marimachos”.
Pidió la edil en la concentración a las puertas del Mercado de Abastos, esta vez sin pancartas, porque habían desaparecido del lugar donde se recogían, que se acabara con “los mensajes estereotipados” que sirven “para meternos en un sistema patriarcal”.
“Nos queremos libres e iguales”, dijo en su discurso, en el que recordó las 1.700 violaciones que se producen cada año, o las 39 “manadas” registradas en 2019 y las pocas denuncias que llegan a efectuarse en un sistema en el que el 95% de la violencia intrafamiliar la sufre la mujer.
No ayuda, dijo, que el trabajo precario recaiga sobre ellas. En 2018 el 75% de ese empleo inestable fue para las mujeres. Por eso pidió un cambio, sobre todo para que no se niegue la existencia de la violencia de género. “Ni un paso atrás en la lucha por la igualdad. Nos necesitamos unidas y fuertes”, concluyó.