fulgencio-web-1.jpg

¿Por dónde le entra el agua al coco?

14/06/2020
 Actualizado a 14/06/2020
Guardar
No sé si tenéis muy claro en qué parará todo esto, yo la verdad es que no aviono salida para el entuerto, que ya estoy por dar por bueno como desenlace uno similar al de la copla que nos recitaba el nuestro maestro ‘An-Gelillo’, filósofo chino nacido en nuestro pueblo y boñiquero a extinguir de por vida por oficio, cuando contaba una gresca en una fiesta con gentes de todos los colores en la zambra y remataba: «Y fue tal la tremolina del negro con la mohína que se fueron al carajo, negro, mulata y esquina».

'M’explico'. Yo siempre había pensado que si llega uno de Madrid –es un decir que puede venir de Lugones pero como en Madrid vive tanta gente pues siempre puede venir alguno– sigo, que llega al Bar de Sidoro, dios nos lo llevó a su vera, y saluda a cualquiera de los tabernarios de continuidad –Angelillo, Mesiapraos, La Tángana, Perrotonto & Co– chocándoles el codo lo más normal es que le remataran una ostia, para entendernos, que le estorbara la ermita de Barrio, que está en un alto, para dar vueltas.

Pues ahora se personan aquí, te dan el codo, te hablan de la pandemia, la viralización, anticuerpos, inmunidad de rebaño (sin ovejas) y hasta de la hidroxicloroquina y el vecindario de la ruralidad extrema les escucha como si fueran gente normal, que no lo pueden ser, a mí no me joder. Pero este es un virus que ya nos metieron a traición cuando Fernando Alonso tenía un coche con marcha adelante y marcha atrás y de todo y aceptamos hablar de la telemetría, el sobreviraje, el paddock y hasta el safety car (que nos decían seifpicar)... ahí nos entró el agua al coco y ahora a ver quién se la saca.

Ya se puede decir en los bares lo que te da la gana y las cosas no son así. Cómo para acordarnos después de lo que es el cabijo o el tentemozo.

No paramos el chorro de hormigas y el presidente de Galicia, que yo creo que ya no es Fraga pero tengo dudas, ya dice que igual sí se pueden hacer los bailes de las fiestas pero guardando las distancias. Que ya veo a don Clemente con el metro como cuando las orquestas accedían a tocar lo agarrao y venía a mirar si te agarrabas a la preceptiva distancia de seguridad, lo que sería ahora un baile on line, tú aquí y ella en casa dios.
Lo más leído