Alfonso B&W

Por arte de magia

21/09/2017
 Actualizado a 15/09/2019
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Nunca he sido mañoso, así que me eché a temblar cuando el tío Yokin –crítico de cine de este su periódico– me preguntó si sería capaz de ayudarle a poner en marcha su flamante ‘Smart TV’. Y la conversación sirvió finalmente para echar la vista atrás y comprobar una vez más cómo han pasado los años y las vueltas que ha dado la vida.

La reina del salón de la inmensa mayoría de los hogares españoles ha pasado de ser la ‘caja tonta’ –aún conservo una de aquellas pesadas y voluminosas teles en el paraíso redipollejo– a ser infinitamente más lista que toda la familia junta y que muchos de los que salen hablando en ella. No tiene usted más que fijarse en la cantidad de maestros de la demagogia que salen cada día en el parte y comprobar que se pasan la ley actual por el forro y a renglón seguido quieren que sus vecinos se sometan de forma ineludible e inmediata a una nueva que ellos se saquen de la chistera.

Azotada por la estulticia y el estrabismo político, esta ralea quiere hacernos creer que un nuevo país se crea por arte de magia, pero hasta los sublimes trucos que los leoneses tenemos la oportunidad de presenciar cada mes de diciembre en nuestro prestigioso festival internacional implican mucho trabajo previo. Aunque, pensándolo bien, quizá ya no sea tan nuestro, porque las galas llegarán este año en esas mismas fechas a otras ciudades de esta nuestra comunidad. León se queda de esta forma sin el carácter diferenciador de este evento y sin la posibilidad por tanto de que los turistas vengan a visitarnos para participar de nuestra ilusión.

Quizá alguna ya no esté a gusto siendo cuna de la magia, como tampoco lo estuvo siéndolo de la democracia. Ahora se apuesta por el ocultismo (ella lo ha practicado mucho este verano) y por todo lo vinculado a la televisión, que es adictiva y más lista que algunos políticos.
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