Ponferradina 1 - Oviedo 1: Gomes no resiste 45 minutos para olvidar

El técnico de la Deportiva dimite tras cosechar su equipo un empate sobre la bocina de una horrible segunda parte en la que el Oviedo falló un penalti en la última jugada

J. A.
19/11/2022
 Actualizado a 19/11/2022
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16 jornadas. Ese es el tiempo que José Gomes ha aguantado en el banquillo de la Sociedad Deportiva Ponferradina. Se va de motu propio el técnico, renunciando a cobrar lo que le resta de contrato, un matiz que evita las suspicacias del «se va el minuto antes de que le echen». Se marcha el portugués como un señor, pero consciente de que 45 minutos más como los que cerraron el partido en El Toralín no los aguanta ningún entrenador que, como él, llega ya de un camino tortuoso.

No se va Gomes perdiendo, se va sumando un punto que además celebró al conquistarlo en el descuento. «Tampoco quiero ser un problema para el que venga», aseguraba tras el partido. Bien es cierto que ese punto puede tener importancia en el futuro, más aún porque llega ante un rival directo como el Oviedo y después de que tras hacer el 1-1 tras sudar sangre, el conjunto carbayón fallara un penalti en la última jugada. Casi nada.

Pero eso casi quedó en anécdota, porque el ambiente en El Toralín era casi ya irrespirable contra el técnico, reflejado en los pitos que recibió tras sacar del campo a Yuri y Paris Adot. «La gente quiere ganar y si encima ve que sacas a dos jugadores importantes para ellos no les importa si están cansados o no», se excusaba.

La Deportiva dominó en el primer tiempo e incluso hizo un gol que el VAR anuló por mano de PascanuFin a una etapa de forma prematura en una decisión que asegura haber tomado tras el partido y que ciertamente no invitaba a pensar en una tarde tan lúgubre desde el inicio. Y es que el conjunto berciano firmó una gran primera parte, siendo dominador, metiendo a un Real Oviedo que apenas pasó del centro del campo en su área durante muchos minutos y lamentando un día más su mala suerte. Hizo todo lo que estuvo en su mano la Deportiva para hacer gol en esos primeros 45 minutos e incluso llegó a celebrar un tanto, pero éste no subiría al marcador.Fue Edu Espiau el encargado de cabecear en plancha una chilena de Lacerda tras un rechace procedente de Pascanu, que sin ninguna intención golpeaba el balón con la mano tras la salida de Braat dejando poca opción a la duda las imágenes que el colegiado Gorostegui Fernández consultaba en el monitor a pie de campo.

Anulaba por tanto el árbitro un 1-0 que la Ponferradina hizo méritos para llevar al marcador durante todo el primer acto. Gomes apostó por un equipo muy ofensivo y bajó el timón de Nwakali planteó el encuentro en campo rival. Sin embargo, el Oviedo se plantó muy bien en defensa y el desacierto en el tramo final del campo impidieron a la Ponferradina disponer de más ocasiones. Las tuvo de cualquier forma el conjunto berciano, especialmente por mediación de Dani Ojeda y un centro de Edu Espiau que Yuri remataba alto.

En defensa no tuvo demasiado trabajo el conjunto berciano más allá de lo que él mismo generó. Porque todo el peligro del Oviedo llegó en pérdidas de la Deportiva. Rama no acertó a rematar el gran centro de un Borja Bastón omnipresente en la más clara y prácticamente única ocasión del conjunto carbayón en la primera parte.

Invitaban a creer los primeros 45 minutos de la Deportiva, que de forma inexplicable cambió completamente de cara tras la reanudación, desapareciendo del campo en la segunda mitad y pasando de ser dominador a ser sometido por el rival. Metió Gomes a Covi por Diéguez, responsable de alguno de esos errores que le habían hecho sufrir a la Deportiva en la primera parte, pero ni mucho menos fue esa la razón del cambio del equipo.

El campo se giró sobre la portería de Makaridze, el Oviedo se hizo con el control del centro del campo y ese paso adelante del conjunto carbayón no lo supo contrarrestar la Ponferradina, que con un esquema mucho más ofensivo sufrió para que Agus o Nwakali ayudasen en defensa permitiendo muchos más huecos. Un disparo de Hugo Rama fue el primer aviso de un Oviedo que con Borja Bastón como referente comenzó a castigar a la zaga berciana. El delantero falló la primera, o más bien Makaridze se la sacó en el uno contra uno en una acción posteriormente invalidada, pero que el VAR hubiese dado por buena. Sin embargo, ni 5 minutos después el ariete no volvió a fallar.

En el descuento Lacerda empataba y Naranjo cometía un penalti que Bastón mandaba a las nubesUn pase filtrado de Hugo Rama entre Pascanu y Moi lo aprovechaba Borja, que salvaba la lenta salida de Makaridze para llevarse el balón y marcar a puerta vacía para delirio de la grada visitante, que en su celebración hacía ceder la valla por suerte sin consecuencias. El gol castigaba a una Ponferradina desconocida incluso dentro del propio partido y que tampoco encontraba soluciones en el banquillo.

Gomes quitaba a Yuri primero y a Paris después para que la grada cargase contra él y lo cierto es que ni Naranjo ni mucho menos Tavares le daban otro aire al equipo. También debutaba Ale Díez en un día muy complicado y con una actuación correcta en el lateral zurdo, una posición que no es la suya natural. Que la tarde hubiera ido a peor solo lo hubiera logrado un gol de Sergi Enrich, que tuvo su opción tras un gran pase de Sangalli, si bien Makaridze reaccionó bien al remate del delantero.

Con todo en contra y en vez de acomodarse en una situación en la que obviamente lo que le quedaban al técnico portugués en el banquillo, por decisión propia o no, eran minutos, se quitó de un plumazo la plantilla de la Deportiva cualquier posible acusación de ‘cama’. Porque lo peleó el equipo hasta el final y su fe tuvo premio. Murió en ataque la Ponferradina y en el descuento un centro de Dani Ojeda desde la banda izquierda lo remataba Derik Lacerda por encima de Dani Calvo para poner el balón lejos del alcance de Braat y con la ayuda del poste hacer el empate.

Pero el destino le tenía guardada una última a la Deportiva y a su entrenador en la penúltima jugada del partido. Un balón a la banda le llegaba a Lucas para que este intentase un centro de volea que, en una acción incomprensible tras llevar las manos detrás de la espalda un segundo antes, golpeaba en la extremidad de José Naranjo sin que el colegiado dudase un instante en pitar un penalti que ni el propio jugador protestó sabiendo lo que suponía. De cualquier manera, es el fútbol muy caprichoso y el que estaba siendo el mejor jugador del partido, Borja Bastón, mandaba el balón a la grada desde los once metros con el tiempo ya cumplido para darle otra vida a la Ponferradina. No será con José Gomes al frente, que puso fin a una etapa con más momentos tristes que alegres, pero que se va demostrando ser lo que es más importante que un buen entrenador del fútbol, lo que por aquí se conoce como un ‘buen paisano’.
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