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Ponferrada y el Bierzo

16/12/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Un fantasma recorre el Bierzo. Ese fantasma ya lo conocemos en España. Es el que ha dejado su huella en muchas ciudades industriales que han perdido el eje de su economía. Que se han despoblado cruelmente y que tienen ahora una triste, indisimulable apariencia de cartón piedra. Pues bien, ese espectro empieza a extenderse ahora, con más fuerza que nunca, sobre Ponferrada y el Bierzo. Que han perdido en los últimos tiempos casi toda la industria energética que transformó la pequeña región.

El Bierzo vive un presente muy delicado, y tiene un futuro más que preocupante. Sucede, además, que no se atisban alternativas sólidas, eficaces, duraderas, que puedan sustituir una decadencia tan contumaz. Estamos en peligro los bercianos. Y estamos, como casi siempre, solos.

Ahora bien, nosotros somos bercianos y tenemos la obligación de luchar por esta tierra. No darnos por vencidos y demostrarnos que la gente de este valle tan hermoso, de esas montañas azules y verdes que tanto nos emociona ver, que los hijos de estos colores rojos y amarillos del otoño, los hijos de la nieve y de este olor a tierra santa, los que nos hemos criado en esta música verbal que es crisol del noroeste, los que somos asturleoneses y galaicos fronterizos a un tiempo, no nos vamos a rendir nunca.

Solo nosotros podemos salvar al Bierzo. Juntos. Fuertes. Ayudándonos. Y exigiendo a quien puede hacerlo que cumpla con lo que le corresponde. Los empresarios han de invertir en la comarca, en proyectos lógicamente viables. Ahora eso ya es una obligación moral. Y las instituciones deben ayudarnos, sobre todo con las infraestructuras. Los políticos tienen que reflotar la Ciuden, terminar la autovía de Orense y dotarnos de un tren digno con León, una vez se perdió el sueño, legítimo, del AVE. En cuanto a nosotros, a los bercianos de la calle y el tiempo, hemos de tener mucha imaginación, mucha voluntad y rigor. Para ser capaces de inventar el nuevo Bierzo. La nueva Ponferrada post-industrial. Más culta, más integrada, más moderna, más inteligente. Ponferrada está llamada a protagonizar esta lucha que tiene muchos retos. Que ha de enfrentarse a casi todas las incertidumbres. ¿Cómo será la salida? Eso lo dirá el paso del tiempo. No hay que temerle si estamos unidos. Si ponemos al Bierzo en el centro de nuestro corazón ciudadano. Ya llegarán las ideas y los logros. Y ahora nos vamos a la calle. Con nuestra palabra, con nuestra verdad, con nuestro temor y con nuestra confianza a un tiempo.
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