Política futbolizada

03/05/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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Pasan unas elecciones, se acercan otras y cada día que pasa con tanta sobredosis de política se hace más difícil separar el mundo del fútbol de la política y todo lo que le rodea.

El seguimiento de los partidos, da exactamente igual de cuál se trate, se parece cada vez más al de los equipos. Como si fueran hinchas, o casi más bien ultras, abundan los que defienden todo lo que hacen los suyos con más corazón que razón, dando por bueno todo lo realizado ycriticando de base todo lo que hace el ‘eterno rival’.

Como esas discusiones entre Madrid y Barcelona, Messi y Cristiano, Cultural o Ponferradina, en las que los argumentos pasan a un segundo término, estamos pasando a un escenario político en el que las posiciones se van cerrando y empieza a haber buenos y malos que varían en función del prisma desde el que se mire.

Algo claramente negativo pero que es complicado de intentar corregir cuando, mismamente en el debate entre los candidatos a presidente, aquello bien podría haber pasado por un programa cualquiera de ‘El Chiringuito’ (cada cual que imagine a quién se imagina de Roncero, Pedrerol o Alfredo Duro).

Al menos ahora lo que tocan son las municipales y eso trae consigo, no solo que las personas pasen a importar más que las siglas, sino sobre todo la tranquilidad mental de no tener que seguir haciendo como que nos creemos que se preocupa por León gente que, una vez en el Congreso, no se acordará en ninguna propuesta en los cuatro próximos años de la tierra que le eligió.
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