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Política de ruleta rusa

09/10/2018
 Actualizado a 12/09/2019
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La política del globo sonda y de guerra civilismo se ha instalado en el área monclovita y amenaza la estabilidad de la vida ciudadana desplegando una serie de intranquilidades que vamos a tratar de enumerar.

La misión de un político debe estar señalada por su afán de mejorar estructuras y nivel de vida de sus ciudadanos y no por la ambición de ocupar sólo el sillón.

Hasta la fecha la ruleta rusa se ha caracterizado por cargar el arma con las miserias de los enfrentamientos civiles, las diferencias ideológicas, las prácticas abusivas del poder que abocaron en la corrupción, el aumento del gasto público de forma desmesurada, la división territorial y una administración pública gigantesca, abusiva y confiscatoria que ha llevado a los ciudadanos a retirarse de la zona de influencia de los partidos políticos porque no cumplen sus programas y engañan.

El espectador comprueba que cuando se recupera la caja fuerte del Estado después de haber apretado el cinturón de los ciudadanos y esquilmarles, detrás viene el guaperas de turno que en un alarde de prestidigitación derrocha lo que se ha ahorrado para sacar pecho y mostrar todo lo que es capaz de realizar, sobre todo colocando a los suyos y aumentando el clientelismo.

El ocupante monclovita generalmente no hace demasiado esfuerzo para comprender que lo fácil es subir impuestos y menciona a las empresas, financieras, multinacionales y demás actores económicos porque cree que los votantes van ir en masa para sacarle a hombros en procesión pero cuando los que llevan las andas se dan cuenta de que todos a los que les han pasado la factura impositiva lo recuperan con el alza de precios y el alza de comisiones al pueblo liso y llano, dejan caer las andas con estrépito y… vuelta a empezar con las congelaciones de sueldos, los recortes, las carencias hospitalarias y las corruptelas de turno.

Esa es la dura realidad después de las fanfarrias y los fastos de comprobar los alicatados y tapicerías monclovitas y del embrujado palacete donde los presidentes parece que prueban la melancolía que le caracteriza además del aislamiento.

Pero lo que puede hacer saltar por los aires es que la ruleta rusa se haga realidad porque el que juega con fuego se quema.

El oráculo monclovita y príncipe de la paz catalana se ha propuesto dialogar con una parte de los catalanes, es decir, los independentistas que se presentan con el lacito insultante para los verdaderos españoles y muestran la soberbia de los que no cumplen las leyes del Estado español volviendo a reiterar todo aquello que ensombrece las relaciones entre catalanes y dejando a los que se sienten muy españoles a los pies de los caballos.

El socialismo se debe plantear si es mejor estar apoyado por aquellos que desean la ruptura de España y seguir viviendo de ella o trabajar por consolidar un proyecto nacional, moderno y europeísta. El socialismo debe considerar que el diálogo debe estar respaldado por el respeto a la Constitución de todos los españoles y no dejarse ningunear por descalificaciones, incumplimientos de la ley y propagación de leyendas negras en pleno siglo XXI.

Si el diálogo que desea el sanchismo se basa en el incumplimiento del respeto a los símbolos nacionales, las amenazas de autodeterminación y consultas al margen de la ley, el incumplimiento de las leyes del Estado, el Diplocat, la organización de una televisión autonómica vergonzante, el boicot al Jefe del Estado y el gobernar sólo para los que desean la independencia, creemos que es cuando el cesto que pretende arreglar el socialismo no tendrá un fin adecuado y la ruleta rusa será efectiva en el deterioro de la convivencia de todos los españoles.

Los países de nuestro entorno no nos respetan porque hay gente en el interior de nuestro país que no se respeta a sí misma y goza con la autodestrucción. También porque hay políticos que juegan a estadistas como aquellos que desarrollan las tácticas jugando a soldaditos sin tener ni idea de lo que manejan y sólo porque desean pisar moqueta.
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