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Podemos se desploma

15/11/2020
 Actualizado a 15/11/2020
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Si bien en política la única y definitiva encuesta son las urnas cuando toca introducir la papeleta –suelen recordarlo aquellos a quienes les pintan bastos en los sondeos–, tampoco lo es menos que los estudios demoscópicos independientes y, por lo tanto y dentro de un orden, fiables, indican las preferencias de la gente en cuanto a sus posiciones y deseos. Los del CIS, de Tezanos, mejor tirarlos por el retrete.

En ese sentido, la última muestra llevada a cabo en Castilla y León por la no dudosa firma Sigma Dos para desmenuzar la gestión de la Junta contra el coronavirus, arroja unos datos que dejan en fuera de juego a todos y en especial a Podemos. Los pupilos de Pablo Iglesias aún no están hundidos aunque sí muy tocados. Hacen aguas. En cualquiera de los supuestos la actual temperatura ya la venía anunciado el termómetro de las pasadas elecciones gallegas, con el gran batacazo de la organización morada.

Según la consultora, la mayoría de la población autónoma da su plácet a la Junta, le otorga su confianza, y, en paralelo –que también se preguntaba en la muestra– manda para septiembre al gobierno de Sánchez. Deficiente. Al rincón de pensar. Y quietecito. Pese a que el suspenso, por ahora, no sea extrapolable al resto de España, tampoco hay duda de que es un dato revelador y a tener en cuenta. Por el PSOE, claro. Como también lo es que el ‘amo’ Mañueco sea el político regional mejor valorado y el único que alcanza nota (5,1) mientras que el resto –Igea, Tudanca y el comunista Pablo Fernández– suspenden. El tortazo lo recibe Fernández con un 3,1 en el resultado definitivo de la evaluación. Se queda a la intemperie.

Y tan creíble es, que en otra encuesta, esta nacional y publicada en paralelo a la de Castilla y León por el nada ambiguo digital de izquierdas ‘elPlural’, se revela que Podemos va como el cangrejo. Recula. Y «empeora por semanas». Lo indica con precisión –y es textual– el propio periódico. Y cabe añadir, además, que circula cuesta abajo y sin frenos. Y, al fondo, el muro. El choque podría de misa gregoriana.

Ahora mismo y en el caso de que se celebraran elecciones generales, Podemos se situaría en intención de voto con un 10,9 a casi cinco puntos de Vox (15,7), algo que para los ‘podemitas’ es como recibir –y no a la remanguillé, precisamente– una patada en la espinilla. O en otra parte más noble de la anatomía. Y en esa misma tendencia negativa se queda a 12,8 del Partido Popular (23,7) y a 15,9 del PSOE (26,8). Ciudadanos –otro que tal bailay del que se desconoce en la actualidad si es fruta o verdura– se posiciona en la cola demoscópica con un raquítico 7,3. Nuevo disgusto, y gordo, para Arrimadas. Que se consuele junto aIglesias.
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