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Pocas luces y mucho caradura

24/12/2021
 Actualizado a 24/12/2021
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Nos acercamos al final de este 2021 de puro trámite, pero como todavía tengo la próxima semana para, tal como decía Mecano, hacer balance de lo bueno y malo, me quiero detener en un tema del que ya les hablé hace unos meses en mi columna ‘Luces de Bohemia’ y que lamentablemente sigue de moda. Me refiero al precio de la luz.

Estoy seguro que muchos de ustedes ya no saben exactamente cuánto pagan ahora, cuánto pagaban el año pasado, hace dos años o en 2018 y de tantas veces que han escuchado lo del nuevo máximo del precio de la luz, es como si le contasen un cuento que no fuese con ustedes.

Sin embargo, si usted es de los que un aumento en el precio de la luz le puede forzar a tener que terminar cerrando su negocio o forma parte de las cada vez más familias que sin llegar a ser «catalogadas» como pobres, le cuesta llegar a fin de mes, seguro que sabe que ayer se superaron los 409 euros el megavatio hora.

Esos 409 euros el MWh supone que el precio de la luz en un año se ha incrementado un 500 %. ¿Recuerdan cuando Sánchez, la desaparecida Irene Montero y algún medio afín pedía la dimisión de Mariano Rajoy por una subida del 8 %? Pues ahora esos mismos se ríen en la cara de los españoles intentándoles convencer de que esa subida es ‘virtual’ o como les gusta argumentar, la pagan los «ricos».

Entre los pocos incondicionales de Sánchez y los que tiene a sueldo, siempre encuentras quienes intentan excusar al Gobierno de una manera u otra echando balones fuera o culpando a Aznar, a los americanos o al capitalismo, pero el caso es que, como hemos asistido tantas otras veces durante esta pandemia, los ministros y el presidente del Gobierno a la cabeza practican la inacción ante cualquier problema.

A estas alturas ya me conformo con bien poco y no aspiro a que nuestros gobernantes sean un ejemplo de eficacia en la gestión de la pandemia, de la crisis, del precio de la luz… simplemente me sentiría feliz si al menos no se riesen de nosotros y no nos mintiesen.

Hace unos meses Pedro Sánchez prometió en repetidas ocasiones que se comprometía a que lo que fuésemos a pagar de luz los españoles este año, sería similar a lo que se pagó en 2018, sin embargo, a algo más de una semana para finalizar 2021, no solo no pagamos lo mismo, sino que 10 millones de hogares pagarán mucho más.

El último ejercicio de trilerismo político ha sido matizar que la promesa de que el recibo de la luz fuese semejante al del 2018, se refería al precio medio ajustada la inflación. Hay que quitarse el sombrero ante tal ocurrencia porque el incremento de la luz influye directamente en la propia inflación e indirectamente en el precio de otros productos, por lo que es como decir que, si no fuese por la subida del precio de la luz, la luz no subiría.

Si no fuese por lo dramático del asunto, no habría más remedio que reírse.
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