Pobres abuelos pobres

Llevan años y años trabajando para poder tener una vida digna. Soportaron la guerra civil, la posguerra y la crisis de los 70. Muchos emigraron para vivir en barracones en países en los que el idioma era demasiado difícil como aprenderlo al terminar las largas jornadas laborales que llevaban a cabo sin quejarse. Y salieron a flote pese a todo. Trabajaron duro durante muchos años, quizá demasiado, porque la mayoría se jubila con cerca de 50 años cotizados tras horas y horas al sol o bajo tierra. Son héroes y supervivientes de una economía que está a punto de morir, en la que parece que si no se automatiza lo que antes se hacía a mano no se logra que la empresa sea sostenible.

Sostenibilidad. Es quizá la palabra que más daño puede hacer a un país que aún arrastra graves problemas después de años de crisis y mala gestión, pero también porque España nunca llegó a ser un pueblo rico pese a que la especulaciónde la construcción nos lo hizo parecer.

Poniendo como primordial que el sistema es sostenible, defendemos que la sanidad, la educación o las pensiones deben plegarse a la necesidad de incrementar los ingresos. Y si no se consigue, se reduce su calidad y cuantía, se propaga que son insostenibles y, oh sorpresa, comienza a ser más que necesario el sector privado. Es la maldad del sistema, o mejor dicho, una programación continúa de devaluación del estado de bienestar, no sea que la causa de tanta lucha durante años vaya a mantenerse o mejorar en estos tiempos de despidos baratos y falsos autónomos esclavizados por compañías globales.

En nuestra mano está exigir una y otra vez que las pensiones sean dignas, aunque tanto este lunes como este martes solo un puñado de personas protestaron por esta injusticia. Quizá no nos damos cuenta de que nuestro futuro será mucho peor si se mantiene esta tendencia a lastrar los derechos adquiridos con no poco esfuerzo por generaciones anteriores, aunque también con nuestro propio trabajo. Por eso deberíamos tener más claro cuáles son las prioridades, porque a este paso tendremos una sociedad cada vez más necesitada. Pobres abuelos pobres.