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Pobre viejos, pobres todos

25/03/2020
 Actualizado a 25/03/2020
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"Nos llamarán a todos, tu nombre está escrito en un papel". Más o menos, así decían los versos de Ibarrola. Pero no te llamarán para ingresar en un hospital, ni proporcionarte protección, sino para ir muriendo, en casa y sin remedio.

De todas las tragedias que se están viviendo, la más dantesca es la que se vive –¡que contradicción!– en las residencias de ancianos. Siendo los más sensibles, carecen de toda protección, salvo los cuidados de los trabajadores, con quienes comparten el riesgo de contagio. Tal es el abandono, que los cadáveres de las personas fallecidas yacen por el suelo, como carroñas, allí donde los sorprende la muerte. Y los que aún viven, Han de caminar entre ellos. No cabe mayor inhumanidad.

La realidad se ha desbordado, por su calado de horror incontenible. Dicen que el gobierno no es responsable de la pandemia pero, desde que tuvieron noticia, nos engañaron sobre lo que nos venía encima: «Aquí no». «Bueno unos leves casos».

Si el PP de Rajoy había degradado la sanidad pública, la hacienda y educación, bueno era que éstos, que tanto pusieron el grito en el cielo, se hubieran dedicado a repararlo. La insuficiencia de la sanidad de profesionales sanitarios era palpable. No se contrataron médicos y las listas de espera, iban en aumento. Incluso la gente moría en urgencias. Pero los intereses interés de Sánchez y sus socios, estaban en la exhumación de Franco, en complacer a los infames apoyos; condenar e indultar a los golpistas; agasajar a Maduro por Delcy… y otras frivolidades. Impagable ha sido la connivencia de los medios de comunicación afines, en manos de Podemos. Y los creímos. Lo creímos mujeres y hombres que acudimos a las manifestaciones del día de la Mujer. Una bomba de relojería, activada a sabiendas, que explotó. Ya sabemos al menos, los medios de comunicación cuyas informaciones, no debemos creer, porque más que informar, escriben al dictado del poder. Ahora, Pedro sale en los medios, con voz de líder, e irrita a sus socios, que aborrecen à presencia de la UME –militar– aunque trabajen a destajo.

Como dijo Ibarrola «aquí no se libra ni Dios». Y al gobierno y entorno del Presidente, también les ha afectado la virulencia. Quizá el miedo le viene de haber a Francia, porque los responsables son él y su gabinete, sobredimensionado de ineptos, con tantos «cargos y cargas» –como diría la Montero– pero yo no. ¡Qué gran idioma es el Español!
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