Plato y trato

Más allá del resultado, que depende de un jurado no siempre limitado a cuestiones meramente técnicas, el sueño de convertir a la provincia de León en Capital Española de la Gastronomía es ya un éxito por la unión que ha conseguido entre los leoneses

La unión debería servir como ejemplo para otros proyectos que generen ilusión entre los leoneses como este ‘sueño’
29/09/2017
 Actualizado a 31/08/2019
Independientemente del resultado final, atado a la decisión de un jurado en el que pesan muchas más que las decisiones meramente gastronómicas, la provincia de León se puede sentir orgullosa de la unión que ha conseguido la iniciativa de presentar una candidatura al título de Capital Española de la Gastronomía 2018. Congratula ver que primero fueron los profesionales de la hostelería y que, ayer, en un evento con una gran puesta en escena (y también, por qué no decirlo, con muchos detalles mejorables: presentación del vídeo con una pantalla al sol, excesiva duración y discursos repetidos) toda la provincia mostró su unión para que León obtenga ese título que, dicen, repercute grandes beneficios parael que lo recibe. Los argumentos de León son de peso, y no sólo por la riqueza y la variedad de su gastronomía, que se podría pensar es lo único que se podría reclamar, sino porque se han hecho las cosas bien desde el punto de vista de la organización, consiguiendo el apoyo de infinidad de personalidades y generando una ilusión entre los leoneses por hacer de esta ciudad y de esta provincia un referente gastronómico, al menos, durante un año. Esa unión es ya un éxito, independientemente de la deliberación del jurado, y esa unión debería servir como ejemplo para que los leoneses se planteen otros retos que permitan el desarrollo social y económico de una provincia que tiene falta de muchos proyectos y también de muchos motores que generen ilusión como es este sueño gastronómico.
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