04/12/2020
 Actualizado a 04/12/2020
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Si no hay alteración de los planes hoy visita Gordaliza del Pino el ministro de Agricultura Luis Planas y lo hace con motivo de las obras de nuevos regadíos que ejecuta su departamento en esa localidad y en varios pueblos de la comarca de Sahagún. No hace tanto estuvo también por allí, en una visita entre pública y privada, invitada por el periodista hijo del pueblo Eduardo Álvarez, la entonces ministra del ramo Isabel García Tejerina. Cuando se cerró Riaño, hace más de treinta años, en Gordaliza se hacía una agricultura de secano que obligaba a un barbecho de «año y vez», había explotaciones de vacuno y ovino de leche a las que le costaba despegar, y un viñedo en decadencia que no tenía otra aspiración que cobrar las ayudas al arranque del híbrido y del resto vender los derechos de plantación a otras zonas productoras. Ha pasado una generación de agricultores liquidando un modelo agrario decadente y ansiosos de abrir el capítulo de la agricultura de regadío, de la agricultura del progreso, pero los retrasos administrativos, que repito son de más de treinta años, han hecho que hasta el día de hoy las promesas no se hayan vuelto realidades. Pero hoy sí, hoy el ministro Planas llega a Gordaliza y le recibirán en un pueblo mucho mejor adecentado pero con peores servicios públicos que hace años, con pocos agricultores pero con una razonable cantera de jóvenes, y sobre todo un pueblo al que llega el agua de Riaño a través de modernas canalizaciones para convertir un secano malo a rabiar en un regadío que nada va a tener que envidiar a los del Páramo leonés. Aunque tarde, hoy Planas puede decir que el Estado ha cumplido con Gordaliza del Pino, y ahora queda gobernar para que el sector agropecuario sea rentable y los propietarios y agricultores de Gordaliza puedan hacer y amortizar las ingentes inversiones necesarias para poner estos nuevos regadíos en funcionamiento y comenzar a generar riqueza y empleo para el pueblo y para toda la comarca. Pero en Payuelos hay más pueblos que siguen esperando el milagro del agua de Riaño, y es el ministro el que puede hacer algo por ellos.
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