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Pisa con garbo

14/12/2019
 Actualizado a 14/12/2019
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Y ahí nos lo han dejado, como un cucurucho de castañas ardiendo pero de los que tardan tanto en enfriarse que cualquiera se atreve a agarrarlo no sea vayan a quemarse los dedos. Es un clásico trienal. La educación es de esos asuntos manidos sobre los que todo el mundo opina para acabar echándole la culpa al otro. Y sin embargo no figura como prioritario en las encuestas del CIS donde la política sigue siendo la prima donna.

Pisa (siglas en inglés de Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) es un informe que recoge los resultados de estudiantes al finalizar la educación secundaria. Esta convocatoria ha recogido las muestras de 79 países que representan a 32 millones de adolescentes de todo el mundo. Evalúa en Ciencias, Matematicas y Lectura principalmente partiendo de una premisa: mide las competencias de los estudiantes es decir la capacidad de los alumnos para saber actuar de manera eficaz en un contexto concreto.

Los resultados han sido como un pisotón en juanete. En matemáticas los estudiantes españoles obtienen cinco puntos menos que en el anterior informe de 2015, y en ciencias diez menos que hace tres años y trece menos que en 2012. El resultado en ciencias es el peor desde 2006, cuando se empezó a evaluar esta competencia en Pisa. La lectura de estos datos, durante la presentación de los mismos en el Ministerio, ha sido «estabilidad» en matemáticas y en ciencias, «un pequeño descenso». Ya sabemos de las comedidas lecturas políticas. Seguramente, y como suele ser costumbre , la interpretación de los datos se efectuará en función de las tendencias ideológicas de los analistas.

Quizás haya que calarse los anteojos para mirar de cerca los sistemas que han logrado buenos resultados como el caso polaco o estonio, entornos que no son precisamente de alto standing económico y que nos aventajan considerablemente. También habría que pensar en recuperar la cultura del esfuerzo. Sí a metodologías activas pero sin desmerecer los codos.

Veo esa Nochebuena trinchando el pavo: el abuelo, maestro jubilado alabando épocas pretéritas en que las escuelas rurales rebosaban variopinto alumnado, el padre o madre empresarios lamentándose de que los trabajadores no saben hacer la o con un canuto y los alumnos echando pestes contra el de mates porque no sabe explicar y encima suspende.

Y en un rincón como escolar repeinado a primera hora para acudir a las escuela, el Pisa estará colocadín en la repisa de algún medio digital para uso y disfrute de comensales, analistas, y algún que otro u otra columnista. Corren tiempos de análisis. Pisa con garbo.
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