El caso de la Tebaida sigue abierto judicialmente y, según la Plataforma, parte de la denuncia, se espera la declaración de los agentes forestales para ir poniendo coto a la autoría del fuego «sabemos que es muy difícil», dice Canedo, pero considera que la denuncia ya ha tenido sus efectos «porque los sospechosos parece que se han amilanado, y antes levantaban la cabeza», dice «por lo menos, han cogido miedo». Es un paso adelante, dice, que se suma a otro en el que sí confía, la actualización de la redacción del Plan de Ordenación de Montes que hace una década realizó el equipo de la universidad liderado por Alfonso Fernández Manso y que ahora vuelve a retomarse. Las primeras reuniones ya se han producido y las inversiones se han concretado. Diez mil euros se invertirá en volcar los datos al programa informático específico y volver retomar los datos.
También se está procediendo a hacer cinturones de desbroces de seguridad en las pedanías rurales del Bierzo y después, Canedo espera que haya una reunión con las asociaciones para definir perfectamente la planificación. El portavoz es optimista en los pasos que se van dando pero manifiesta que lo importante es mantener viva la concienciación social sobre los incendios, porque «el presupuesto con el que se cuenta para el Plan no es suficiente para hacer grandes actuaciones», dice. En ese plano de concienciación estudian realizar una intervención artística en el paisaje, de la mano de la Asociación de Pintores del Bierzo, como hizo el artista alemán Herman Prigann. Explica el presidente de la agrupación de pintores que se trataría de intervenir en la parte más degradada del incendio, no solo de manera artística, sino también ecológica. «Es una mezcla de ecología, arte, performance», explica.
Christo es de los artistas vivos más conocidos en este tipo de actividades, aunque con un fin más estético que ecológico, que es el que se perfila en el caso de la Tebaida. La idea, según Sanz, es traer a artistas a la zona para realizar una obra de arte temporal «porque se la come la naturaleza» y en la que puedan participar los niños de los colegios bercianos para volver a la vida el espacio quemado. «Es una manera de poner la cultura al servicio de la economía, como una iniciativa turística que enseñe a las administraciones que la cultura es productiva, algo que no suelen ver».
En esa actividad que podría realizarse durante el otoño, se usarían materiales de la naturaleza, madera, piedra cuerda y sobre todo con especial cuidado de usar materiales no contaminantes.
El grupo ecologista teme que Forestalia se convierta en «una incineradora de residuos»
Bierzo Aire Limpio ha recibido, con acuse de recibo y por parte de la Junta de Castilla y León, el documento sobre el proyecto de la planta Forestalia, que pretende abrir sus puertas en 2019 en el polígono del Bayo, en Cubillos del Sil. Reconoce el portavoz de la agrupación que la documentación está muy definida y recoge puntos interesantes como el tratamiento de las aguas residuales o la cartografía «mi impresión es que es una memoria mucho más trabajada que otras, pero no quiere decir que por eso no vayamos a dar la batalla», dice Canedo. Y es que, el pasado jueves, la Plataforma se ha reunido en asamblea, después del descanso estival, para definir las alegaciones a ese proyecto, para lo que tiene algo menos de un mes.
Su idea principal no es contra la empresa en sí, sino por intentar limitar el desembarco de proyectos «de combustión» en el Bierzo, que consideran poco saludables y sostenibles. Canedo asegura que el cierre de las térmicas parecía una buena noticia para esa ideología contraria a la combustión y a sus efectos en la salud, pero Forestalia «no deja de ser un proyecto de combustión» que usa la biomasa para generar energía «no es la creación de puestos de trabajo limpios como queríamos, porque no deja de ser una térmica con todas las consecuencias». Canedo teme que no se quede en la quema exclusiva de biomasa, sino que se pase a otros residuos «y tememos que se convierta finalmente en una incineradora de distintos residuos», puesto que considera que no sería rentable la inversión que pretenden hacer si solo se quema biomasa forestal. Esas desconfianzas son las que trasladarán, en modo de alegaciones, al proyecto que el día 11 de septiembre salió a información pública.
El proyecto plantea iniciar las obras en invierno y poder estar en marcha en 2019. En estos 24 meses de ejecución, asegura Forestalia que empleará a 200 operarios y, cuando esté en marcha, a unos 50, que serán 300 empleos de forma indirecta. La inversión global que maneja ronda los 100 millones de euros para la planta de 45 Mw y que se ubicará en Cubillos del Sil.