Piden 23 años de cárcel al joven que mató a una nonagenaria en El Burgo cuando entró a robar

El acusado se entregó y confesó voluntariamente y alega que esa noche había estado consumiendo y que no recuerda haber prendido fuego a la casa

I. Herrera
07/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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La madrugada del 9 de noviembre de 2014, A.M.M. llegó a su pueblo, El Burgo Ranero, después de haber estado de fiesta y haber consumido alcohol, marihuana y medio gramo de cocaína. Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando se acercó con su coche hasta la casa de la víctima, otra vecina de la localidad, una mujer de 92 años de edad que vivía sola, como expone el Ministerio Público en su escrito de calificaciones provisionales. Según éste, el acusado, con ánimo de robarla, accedió a la vivienda escalando primero un muro que daba acceso a una huerta colindante a la casa, y luego la pared de la propia vivienda para entrar por la ventana de la cocina después de romper el cristal. Una vez dentro, habría cogido un objeto contundente, fue al dormitorio de la anciana, que estaba durmiendo en su cama, se puso encima de ella y la golpeó repetidamente en la cabeza provocándole fracturas, hematomas y hemorragias incompatibles con la vida. Posteriormente, el acusado habría estado buscando dinero y objetos de valor, pero no encontró nada que, según indica el fiscal, le «agradase».

Antes de abandonar el lugar, y con el objetivo de eliminar cualquier rastro que hubiera podido dejar, prendió fuego a la cama donde yacía la víctima dando lugar a un incendio que arrasó la habitación y parte del salón. El humo precipitó el fallecimiento de la mujer, a la que los golpes en la cabeza ya la habían herido de muerte.

El 9 de noviembre, domingo, encontraron el cuerpo de la mujer, Ascensión, y comprobaron que, además del incendio, había habido violencia. Pero la consternación ya fue mayúscula cuando, además del dolor de perder a una vecina supieron que el responsable también era hijo del pueblo, un chaval de apenas 20 años de edad. Fue él mismo el que, dos días después de los hechos, confesó a su madre y a su hermana que había sido el autor del crimen, lo que rápidamente fue comunicado a la Guardia Civil, que procedió a su detención. Ese mismo día ingresó en prisión provisional, donde permanece a día de hoy.

El fiscal considera que el acusado es autor de un delito de asesinato y otro de robo con violencia con instrumento peligroso en casa habitada en grado de tentativa, por los que pide 20 años y tres años y seis meses respectivamente. Además solicita una indemnización para los seis hijos de Asunción de 75.676,43 euros por el fallecimiento de su madre y por los deterioros producidos por el incendio en la casa y los enseres de la víctima.

La defensa reconoce los hechos, aunque sostiene que su representado no prendió fuego a la vivienda y que se encontraba afectado por las sustancias consumidas aquellas noche. Además destaca que el joven se entregó voluntariamente a la Guardia Civil y que ha mostrado arrepentimiento durante el proceso.

El juicio está previsto para los días 9 y 10 de abril en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León.
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