Picos Tambarón y la Peñona

Dos cumbres gemelas que algunos denominan las ‘tetas de Omaña’

Vicente García
26/10/2018
 Actualizado a 16/05/2022
Las dos cimas del Tambarón desde Peñas Rubias. | VICENTE GARCÍA
Las dos cimas del Tambarón desde Peñas Rubias. | VICENTE GARCÍA
Omaña es una tierra de suaves, pero elevadas montañas en cuyas cabeceras se encuentran las sierras de Villabandín y de Gistredo. En esta última se encuentran el Pico Tambarón y la Peñona, dos cumbres cercanas que tienen ambas una altitud cercana a los 2.100 metros y que son conocidas por algunas personas como las tetas de Omaña.

Para subir al Pico Tambarón, uno de los más emblemáticos de la comarca omañesa se puede comenzar en varios lugares: Fasgar, puerto de la Magdalena, Vivero, Salientes, pero la ascensión desde Montrondo es la más agradable debido a la comodidad de la ruta y a la belleza del recorrido.

Es necesario aclarar que los nombres que aquí se utilizan parten del IGN y en algunas ocasiones se toman nombres vulgares o apodos que se usan para denominar a ciertos lugares.
Desarrollo de la rutaSe inicia la ruta en la localidad de Montrondo, al lado de la fuente continuando el camino que pasa por todo el pueblo y al finalizar las últimas casas deja de estar encementado y comienza a ser de tierra y piedras. Se cruza el río por un puente y ya en el lado izquierdo comienza a ascender encontrando alguna fuente que baja por las laderas del pico Cueto, se sigue de frente obviando los dos caminos que salen a la izquierda y pasando al lado de una caseta y de un depósito de agua de cemento. El camino sube a veces, otras llanea, también baja en algún momento y va dejando el río al fondo encajonado entre las fuertes laderas a ambos lados, hasta que en un momento el valle se abre en una serie de praderas, las de Trascáscaro, donde el arroyo de la Forcada baja del Este para desembocar en el río Omaña, mientras que en dirección este y sur se ve el magnífico abedular de Montrondo. El camino da un leve giro hacia el Oeste y desde ese punto se comienza a ver la cumbre a lo lejos, mientras que a la izquierda se ven murallones rocosos como vigilantes de la ruta. Hay un abrevadero y más tarde una nave a la izquierda. A continuación se vadea el arroyo de la Portiecha, que está recubierto de cemento y en primavera puede causar problemas si baja con mucho caudal, por lo que han colocado una serie de piedras. A continuación comienza una subida algo más fuerte, encontrando la fuente del Cuadro al lado del camino que traza una larga y empinada línea recta donde, si se mira hacia atrás, se va viendo el valle, el abedular y las peñas quedando por debajo de los caminantes. Antes de que el camino de un giro a la derecha se toma una amplia vereda que sube a la izquierda y que va bordeando en dirección a la parte superior de la peña por la que se ha pasado en una gran revuelta que supera un fuerte desnivel, la vereda se transforma en sendero del que la maleza se va apoderando. Una vez llegados a la parte alta de la peña se sigue por la loma el mismo sendero subiendo hacia el oeste hasta alcanzar un collado y el camino sigue por la ladera desde donde se puede contemplar la hermosa y amplia laguna del Pozo Hollado (Pozo Llao) que se va dejando a la derecha mientras se camina hacia el collado que se encuentra bajo el roquedo. Una vez en ese collado se sigue, bien bajando un poco hacia el arroyo, para vadearlo y subir sin camino y con hoyos bajo la hierba del cauce, o bien buscar los hitos y ascender a media ladera. En ambas opciones el camino es tortuoso y muy empinado. Al final se llega al collado bajo la Peñona, la cumbre sur que se va a atacar por una serie de caminos bien marcados en zigzag que en un fuerte desnivel, llevan a la cima donde hay varios monolitos, un buzón estropeado y la hornacina de un belén de años anteriores. La vista es excelente a todas las montañas, en especial al Tambarón, la cima norte que se ve bastante cercana. Solamente queda bajar al Colladín Sarnoso y subir el tramo que queda. La cumbre es un montón de enormes piedras muy inestables y la vista es similar a la otra cima, destacando las cumbres del Fernán Pérez, Catoute, Valdeiglesias, Nevadín y, hacia el norte, las montañas de Laciana, Babia y el macizo de Ubiña muy destacado.

Para descender se puede volver por el mismo camino, o bajar hasta la laguna por la parte de abajo del Colladín Sarnoso y desde allí entre escobas a la finca el Mular, pero la propuesta es bajar hacia el noroeste por una zona pedregosa pero no muy larga hasta llegar a la unión de los dos valles, en dirección Norte, donde se encuentran los restos de un lindero y una senda. Hay que tener cuidado pues en algún tramo se encuentran los alambres esparcidos por el terreno. Se sigue hasta las Peñas Rubias, el Pico del Molar de Montrondo y el Miro de la Gloria, cruzando una portilla y después sale un camino a la derecha que baja por la loma hasta que dos kilómetros más abajo da un brusco giro y sigue hasta la finca del Molar, donde hay una estación metereológica. Si no se desea dar tanto rodeo se puede bajar por el valle entre las escobas tratando de buscar las zonas más abiertas y al final utilizar los arroyos con cuidado de no caer en los hoyos bajo la hierba, para salir al sendero de la izquierda llegando al camino que baja del monte a la finca del Molar y desde allí, vadeando el arroyo, se llega al camino de la ida pasando por el desvío de la vereda, donde se continúa hacia abajo, y por ese mismo camino se vuelve a la localidad de Montrondo donde finaliza la ruta.
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