17/08/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Lejos de estar el panorama lleno de noticias refrescantes, como pediría la época en la que estamos, el verano vuelve a estar cargado de cosas choscas de las que da tremenda pereza hacerse eco.

Por suerte salpican de vez en cuando con su frescor algunas propuestas de ocio, festivales sorprendentes de cultura y música en pueblos escondidos a los que nadie hace caso en invierno.

El resto es política de verano que no hay por donde cogerla y que aún a golpe de click, con el teléfono móvil como elemento estrella en las playas, piscinas, rondas de cañas, comidas familiares, montes y plazas de los pueblos, no interesa ni al más puesto al día.

Oigo a una veterana periodista berciana haciendo una crónica en directo del pleno de presupuestos de Ponferrada espantada del percal. Y anda que no habrá visto cosas llamativas en los años de trabajo que lleva a cuestas la compañera, que se las arreglaba para contar las ocurrencias y despropósitos peregrinos de unos concejales y otros para ver si entre todos eran capaces a aprobar unos presupuestos para el año 2018 en agosto de 2018, tres cuartos de año corrido ya. Qué más da. Si ya el año pasado tampoco aprobamos nada y aquí seguimos todos. No lo consiguieron, claro. Pero no fue por culpa mía sino por culpa de los otros. Siempre de los otros, sean quienes sean los otros, pero mía la culpa no es, que no me carguen.

Así que la solución es pedirle soluciones a San Roque. Así estamos un verano más. Concejales a punto de iniciar un nuevo año político, el último antes de otras elecciones, pidiendo soluciones a los santos y a las vírgenes, como ocurrió en el ‘Voto de Villa’ de Ponferrada, una ancestral tradición que secundan ‘veintipico’ personas o así, que van cada año a la procesión porque hace 400 años San Roque libró a Ponferrada de la peste negra. Hay que seguir pidiendo que nos libre de las pestes, que desde luego la traen los otros y no yo.

Aún quedan muchos pueblos en el Bierzo sin cobertura de móvil, aunque a los veraneantes esto sólo les importe durante quince cías en agosto porque desde allí no se pueden enterar al momento de noticias veraniegas con un sólo click, como las que dan los concejales pidiendo solución a sus propios ‘sindioses’ a los santos, los sindicatos adulando un domingo a mediodía a sus empresas salvadoras del futuro del Bierzo o los senados de mayoría masculina empeñados en seguir legislando los vientres de las mujeres... y así todo tan fresco.
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