«Perro ladrador, muy asustador»

19/04/2022
 Actualizado a 19/04/2022
19-04-2022-a-la-contra.jpg
19-04-2022-a-la-contra.jpg
Ellos siempre están y siempre atentos. Están allí donde les ponen, donde les dejan, donde otros deciden o en el lugar que tienen.

Y siempre atentos. Nada se escapa a sus ojos y su radar. Tan solo les hace falta una rendija del portón para ver una parte del mundo e imaginar el resto, para estar allí en permanente vela, para darle un susto a quien pasa descuidado a su lado y, de repente, se ve envuelto en ladridos, carreras y golpes en la puerta que no sabe muy bien de dónde vienen.

Hasta que descubren el misterio de la rendija.

Hasta que escuchan los lamentos de quien prefiere la libertad.

Hasta que comprueban que nada ocurre, que nada puede ocurrir.

«Atentos al susto» decía un recordado cartel colocado unas puertas más arriba de un portón a cuya gatera y rendija se solían asomar dos perros tan ladradores como inofensivos, que cumplen perfectamente con el dicho de «perro ladrador...», aunque no es menos cierto que en muchos pueblos se completa el refrán con una nueva versión, tan real como la original: «Perro ladrador, muy asustador».

Buena razón pueden dar de ello quienes pasaban el cartel de «atentos al susto» con una sonrisa y sin reparar en qué podía significar aquel extraño cartel que acababa de pasar. Los ladridos, carreras y golpes en el portón les sacaban de su ensimismamiento y recordaban el cartel: «Atentos al susto».
Lo más leído