Pero, ¿cuánta sed pasa esta gente?

23/03/2016
 Actualizado a 31/08/2019
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El paisano estaba feliz de que el nieto llegara a la Universidad ¡Cuántas veces lo dijo en el pueblo! «el chaval ya está estudiando la carrera».

Le parecía tan grande, les había costado tanto. Cuando ahora con templa los restos de la noche más larga y litroneada no se lo acaba de creer; pero «esta gente ¿cuánta sed tenía?» se pregunta en esa ingenuidad de quien cree que la gente bebe a razón de la sed que tiene.

Últimamente no entiende demasiadas cosas, lee en los periódicos y se pregunta cosas que jamás había imaginado. «Cómo puede ser que para presidente del pueblo, sin necesidad de ninguna carrera, se cuentan los votos de Hilario y los de Isidoro; Hilario tiene más y ya es el presidente» ¿Cómo puede ser que en la Universidad, con tantas carreras, no sean capaces?

¿Y las cosas de las que se acusan?, «no me quiero ni imaginar que puedan ser tan barriobajeros como esos políticos que se llaman de todo, que lo impugnan todo, que le echan la culpa al otro, que el malo nunca soy yo, que el bueno nunca es él...».

Los señores tan listos que están dentro del círculo que dibuja esta basura ¿alguna vez han caído en la pena que siente este paisano, tantos paisanos como él, al regresar a casa y pensar que ese lugar al que llegó el nieto tampoco era el paraíso que tantas veces soñó y contó en el bar?
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