Permiso y perdón

Como alcalde, es algo a lo que llevo dándole vueltas semanas. Necesita un primer paso y es que Nevenka esté de acuerdo. Si Nevenka está de acuerdo este Ayuntamiento hará algo que suponga reconocer el error de entonces y poner en valor la valentía con la que actuó. Es importante para nosotros que ella esté de acuerdo», dice el alcalde del Ayuntamiento de Ponferrada, Olegario Ramón, en una entrevista que hoy publica este periódico. Resulta ciertamente contradictoria su respuesta. Ponferrada le volvió la espalda a Nevenka Fernández no sólo en el momento de su denuncia por acoso sexual y en el posterior juicio, sino durante 20 años. El gesto tendría que haber llegado mucho antes que la serie de Netflix que ha vuelto a traer el caso a la actualidad. Ramón debería saber que para pedir perdón no es necesario pedir permiso, que lo importante es el gesto, el que ha faltado durante dos décadas y sigue faltando a día de hoy. A Nevenka nadie le preguntó lo que le parecía, por ejemplo, que el PSOE pactara con su acosador, ya por entonces con sentencia firme, para recuperar la alcaldía de Ponferrada, dejando a sus propios concejales tirados cuando el asunto llegó a los informativos nacionales. El perdón por boca de Ismael Álvarez parece que, desgraciadamente, no llegará nunca, pero el de la sociedad ponferradina es necesario y Ramón es su principal representante.