Pequeño gran Fer

Querido amigo: Qué alegrón nos has dado con la expo que te ha montado Javi Gómez en el Camarote Madrid. Qué lujazo ver tus ilustraciones en una muestra que es sólo un trocín de tu genialidad y tu humor fino. Esos paisanines tuyos que nunca ofenden, en esas acuarelas repletas de color y de referencias a tus raíces leonesas. Esos guardias civiles con los que rindes homenaje a tu padre. Y tantos guiños cachondos a toda tu gente de aquí: de Mansilla, de Sorríos, de todo tu querido León del que tan orgulloso de sientes con tu panda catalana en aquella tu segunda casa, por la que tanto has sufrido estos días tras la masacre terrorista...

Cuando te conocí hace ya un buen puñado de años –Pedrín mediante– pensé en cómo era posible que un tipo que nos hacía soltar tantas carcajadas con su Urelio, su puticlub, su Arricio y sus cachondadas tiernas fuera en realidad un paisanín tan serio y tan tímido, un gran hombre diminuto que apenas saca a pasear la sonrisa a escondidas, cuando nadie le ve...

Querido Fer (Toño para tu familia), qué mérito tenéis los que tan bien sabéis hacer reír... Qué grande que sepas esconder tus tristuras porque tu empeño es hacer felices a los demás... Bravo por tu bondad y tu generosidad. Siempre ayudando, siempre queriendo, siempre dando. Siempre discreto, callado, prudente, aguantando los berridos de fuera, boli en mano. Y nunca te quejas, aunque algunas perrerías médicas te las hayan hecho pasar algo putas tantas veces...

Fer, te admiro por tu arte y te quiero por tu grandeza de amigo mayúsculo. Por repartir alegría y chorizos de León por donde quiera que vas. Por esparcir tus dibujos (y plumas, y platos) porque sí. Por tu sonrisa pillina, por tu humor enorme.

[Y gracias a Javi por ese rincón maravilloso que es el Madrid. Y por tantas risas en esa bodega suya que tantas juergas esconde... Como en Las Vegas, lo que pasa en esa bodega, se queda allí.... Fue genial].