Pentagramas de agua

Cuando la música rompe cualquier concepto y no se pone barreras, los instrumentos le lanzan un aplauso y suenan abrazados. El Lago de Carucedolo hizo supurando en cada gota su agradecimiento porque un piano se adentrara en él por primera vez

Mar Iglesias
01/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
El espectáculo del piano en el lago se dejó ver por primera vez en el Bierzo. | M.I.
El espectáculo del piano en el lago se dejó ver por primera vez en el Bierzo. | M.I.
Cautivador resultaba solo pensar en la propuesta que llegaba al Bierzo desde Francia y que ya había recorrido Europa en 500 conciertos. Llevar hasta la aguas del Lago de Carucedo y de Toral de los Vadosla danza y la música de un piano, un violonchelo y un violín unidos a las olas desde su interior. Pero verles flotar ya en casa con la primera actividad prevista en el Lago es más que lo imaginado. Por primera vez, las aguas recoletas del espacio berciano protegido para las aves y primer escalón para llegar a las minas romanas de Las Médulas, escucharon palpitar la música desde dentro para hacerlas especiales gracias a un proyecto decoproducción artística con Le Piano du Lac y La Volière aux Pianos.

Saliendo del agua la violinista, cantante y pianista Delphine Countant; el violonchelista Daniel Trutet; la pianista Violette Prevost y la bailarina Monica Cofiño como si hubieran nacido en ella, fueron desgranando un peculiar concierto que ya anunciaba que no cedería ante la lluvia y que se presentaba como gratuito, solo con una entrada voluntaria y simbólica que proponían de 10 euros.

Todo apuntaba a dar la vuelta a lo conocido y esa primera visión de un piano dejándose mecer por el lago lo hacía. Poesía y música. Danza y música. Sentimiento y música, fueron las únicas verdades que durante algo más de una hora flotaron en el Lago al atardecer. Verdad y música.

Un espectáculo que hoy vuelve a dejarse ver en el mismo lugar, una vez desvirgada la actividad, y que el sábado y el domingo se ubicará en las aguas de Toral de los Vados. Le Piane du Lac solo toca, pero lo hace donde nunca pensamos que sería posible y ese abrazo con la naturaleza buscado e inédito ofrece otra versión de la música desconocida. Un espectáculo que llenó el Lago de curiosos, que ya suma más de 100.000 espectadores y que se hace inmortal con cada sesión.

La Volière ha llenado los pentagramas de agua y eso, en lugar de borrarlos, los hace más grandes.
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