Peñas Blancas desde Caminayo

Una ruta desde donde contemplar las montañas de León y Palencia en un entorno que antaño fue minero y donde aún quedan restos visibles

Vicente García
24/11/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Vista del Peñas Blancas desde la Peña del Águila.| VICENTE GARCÍA
Vista del Peñas Blancas desde la Peña del Águila.| VICENTE GARCÍA
La parte norte palentina de Velilla y Guardo es una región minera por excelencia y en ella se pueden incluir extensiones leonesas limítrofes con grandes vetas de carbón. Estas vetas carboníferas fueron explotadas en el siglo pasado por varias empresas tales como antracitas de Besande y otras que extrajeron el carbón para llevarlo a la central térmica de Velilla.

Sin embargo con el abandono de la minería los restos de aquel pasado son grandes movimientos de tierra en forma de escombreras o desmontes que han alterado algo el terreno en los lugares donde se dio la explotación minera.

A lo largo de la ruta que se presenta se van a ver numerosos puntos que atestiguan ese pasado minero, en especial en el camino de regreso, donde existió la explotación de ‘El Busto’, nombre del arroyo que baja desde la mina.

La cumbre a alcanzar en esta ocasión tiene el nombre de la Peña Blanca o Peñas Blancas, según quien lo diga, en los mapas aparece el nombre en plural, mientras que la gente se suele referir a ella en singular, aunque alrededor hay algunas peñas de menos altura.

Desarrollo de la ruta

El inicio de la ruta se sitúa en la localidad de Caminayo. Se sale de la plaza-mirador situada al principio del pueblo, siguiendo la calle de del fondo a la izquierda cuesta arriba para dar un giro total de nuevo a la izquierda y tomar la pista que va en dirección noroeste entre las escobas, que siguiendo el camino va dando varias revueltas para seguir la dirección Este subiendo paralelos al arroyo de la Serna, entre un bosque de robles, abedules y que en su parte posterior se va poblando de hayas. Algunos ejemplares son particularmente corpulentos y antiguos.

El camino sale a algún antiguo paraderío, hoy comido por el matorral, desde donde se puede ver la línea montañosa al oeste que va emergiendo sobre el Cueto, mientras que a la izquierda el pico Peñacorada domina el paisaje desde el inicio de la ascensión.Tras bastantes cuestas y revueltas, por buen firme y siempre siguiendo los caminos de la derecha se llega a una zona donde se ven varias escombreras de carbón y una laguna bajo ellas, mientras que el camino continúa bordeando la zona del lago por la derecha hasta llegar a una parte más alta donde el camino llanea durante un tramo ya entre pinres y escobas y en dirección sur, para girar de nuevo al oeste y llegar a la Collada de Henal, a 1.578 metros, lugar clave desde donde se puede contemplar el pico Espigüete cercano y en sus faldas la localidad de Valverde de la Sierra. Cruzando el collado hacia el Este se encuentra el municipio de Besande limitando con la provincia de Palencia al sur, donde se ve la Torre Magalana, que tiene una roca en su cúspide y por ello en Caminayo la denominan como el alto del Tío Pinao, expresión mucho más convincente que lo de la Magalana, que sigue hacia el sur entre pinares y hacia el Este como un cordal montañoso que finaliza en Peña Lampa y desde ese punto más elevado baja hasta el Puerto de las Portillas, siendo todo ello límite con la provincia de Palencia.Se puede hacer un paseo por este lugar para tomar vistas más al sur, pero la ruta continúa hacia el norte, a través de un cortafuegos que asciende en dirección a las Peñas Blancas, por la crestería que divide ambas vertientes. El cortafuegos sube con tramos muy pendientes, y otros en cambio más suaves, siempre entre escobas. Al llegar a la roca se pierde el cortafuegos, aunque solamente hay que seguir una vereda hacia la izquierda, casi perdida por la invasión del matorral, y que se introduce en el terreno rocoso para seguir hacia arriba con tramos de roca y otros con trazas de sendero o trochas de animales. Hacia la derecha hay un desplome que en algunos puntos es muy vertical, por lo que se debe subir sin acercarse demasiado al borde. En la parte superior hacia ese lado se encuentra una dolina, un pozo muy profundo que tiene una entrada y que era el llamado «pozo de la nieve», donde iban antiguamente a recoger nieve ya avanzado el verano para mantener frescos los alimentos.Poco después se llega a la cumbre, a 1.772 metros, que se corona con facilidad. Desde allí la vista ocupa las provincias de León y Palencia. Al oeste siempre presente, el pico de Peñacorada y desde ahí una línea de montañas del Pico Moro, Peña Rionda, el Pico Cerroso, el Pico Loto, Peña Ubiña al fondo, el Cueto de Prioro en la cercanía, el Yordas, las Peñas Pintas ya en la parte más al norte, así como los Picos de Europa, el Espigüete, el Curavacas, el Peñón de Arbillos, Peña Lampa y por debajo las chimeneas de la central térmica de Velilla. Al sur las vegas y los valles que bajan hacia la tierra de Campos y León.

Para descender se baja por la roca en dirección oeste-noroeste hasta que la cuesta se suaviza, girando cuando se pueda a la derecha en dirección a la cercana montaña que casi es un desmonte donde se encontraba la explotación minera de El Busto, es preciso buscar las veredas con menos pendiente, para, al final, salir hacia la derecha y llegar a la collada de Fuente Bendiga, que se encuentra a 1.625 metros y desde allí bajar hasta el camino que por la otra ladera desciende por el arroyo del Busto, nombre que tenía la explotación minera existente en los desmontes que rodean todo el espacio. Una vez se toma ese camino se baja hasta llegar a un cruce, donde se sigue por la izquierda, vadear el arroyo para subir por la otra vertiente hasta alcanzar el alto de las Peñas del Águila y desde allí descender hasta el camino de la ida y al enlazarlo seguir a la derecha entrando de nuevo en Caminayo donde finaliza la ruta.
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