Pedroches vs IBO

06/01/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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El fin de año son días para dejarse llevar por los tópicos, los de las campanadas en familia, los deseos para el nuevo año o estar más preocupados por cual es el primer anuncio del año o por los vestidos de las Pedroches de turno que, aunque parezca un invento nuevo para generar audiencia, no lo es tanto si nos acordamos del estudiado descuido de Sabrina y su «Boys, boys, boys» en la Nochevieja del 87.

Lo distinto este año es el aluvión –por desgracia no ha sido un aluvión, sino más bien una discreta noticia– de titulares en la prensa leonesa del tipo ‘La Muerte de la Cultura’, o frases como «hoy León se hace más pequeño», refiriéndose al cierre de la sede principal del Instituto Bíblico y Oriental. Una escueta nota en una red social, de la que posteriormente se hicieron eco los diarios, anunciaba el cierre del museo. Este polo cultural de León, empeño del sacerdote leones Jesús García Recio, se dedicaba a la investigación y divulgación de las culturas del Oriente Próximo y de la Biblia. Desde nuestra ciudad apadrinaba actividades en capitales mucho más grandes, así como en pueblos de la montaña leonesa, donde mantenía una constante actividad cultural, y más recientemente en destinos internacionales. Inaugurado por la Reina Sofía en 2009, su creación fue posible gracias al empujón de Caja España y de David Álvarez y contaba con más de 3.000 piezas expuestas en su museo y con una biblioteca con más de 10000 volúmenes.

De poco tiempo para acá nos han dejado dos de los mecenas más importantes de nuestra provincia, en primer lugar el leones de Cerezales del Condado Antonino Fernández, quien fuera a la postre presidente del grupo cervecero Corona, nunca olvido sus orígenes y dedicó grandes recursos económicos a la mejora de la calidad de vida de sus vecinos. Otro benefactor fallecido, curiosamente descendiente también de la montaña, fue David Álvarez, presidente del Grupo Eulen, y que mantenía varios mecenazgos entre los que estaba el Instituto Bíblico y Oriental junto con la también fallecida Caja España, otro importante mecenas que nos dejó.

No hay duda de que el mantenimiento de actividades o instalaciones con cierto nivel no se puede acometer con iniciativa pública, y son los empujones privados los que tiran de ellas. Ojalá en breve, se recupere este museo para la ciudad y al igual que otras actividades que en su día sufrieron grandes crisis, resurja con más fuerza. De momento, en la batalla por la repercusión mediática, este año las Pedroches han ganado a la cultura.
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