Pedro Halffter Caro: "El consejo para el espectador es que no venga con ninguna idea preconcebida y se deje sorprender"

El director de orquesta, compositor y director artístico del Teatro de la Maestranza, pone en marcha una propuesta cultural en Villafranca del Bierzo cuyo objetivo es acercar al público la música clásica vinculada al Camino de Santiago

Diana Martínez
19/08/2017
 Actualizado a 16/09/2019
El pianista, compositor y director de orquesta Pedro Halffter. | P. ALZADEGUI
El pianista, compositor y director de orquesta Pedro Halffter. | P. ALZADEGUI
'Música en Villafranca’ es una propuesta cultural de primer nivel que llega a la villa, en su primera edición, de la mano Pedro Halffter Caro. El director de orquesta, compositor y actual director artístico del Teatro de la Maestranza de Sevilla plantea, con la colaboración del Ayuntamiento de Villafranca, un ciclo de cinco conciertos de piano comentados, que tendrán lugar en la iglesia de San Nicolás del 22 al 26 de agosto. Una cita con la que pretende convertir a Villafranca en una referencia musical en España y, sobre todo, acercar al público la música clásica y, en próximas ediciones, también las óperas vinculadas al tema del Camino de Santiago. El ciclo es de libre acceso.

–¿En qué consiste el ciclo ‘Música en Villafranca’?
–‘Música en Villafranca’ es un proyecto muy ambicioso con el que queremos rendir homenaje a la tremenda importancia que tiene nuestra villa en el Camino de Santiago, y a la continuada apuesta de Villafranca por la cultura en general y por la música clásica en particular desde hace decenas de años. Un proyecto muy ambicioso, insisto, pero que queremos que comience con humildad aunque también con altísima calidad en su primera edición. Para ello hemos programado un ciclo de cinco conciertos de piano en la iglesia de San Nicolás, dónde me acompañara el renombrado y excelente pianista Oscar Martín, para interpretar obras de Wagner, Albéniz y Mahler.

Villafranca es parte de nuestra vida y siempre hemos apostado por que se convierta en punto de referencia de la música clásica y la educación musical –¿Cómo surge el proyecto y el hecho de plantearlo en Villafranca?
–Primero, porque toda mi familia tiene un profundo arraigo con la villa y de hecho, mi madre Marita Caro (pianista de reconocido prestigio internacional) nació aquí, y parte de la familia vive en Villafranca todo el año. Villafranca es, por tanto, parte de nuestra vida y por ello siempre hemos apostado y nos hemos comprometido con que la villa se convierta en punto de referencia de la música clásica y de la educación musical en nuestro país. Llevo con mucho orgullo y me sentiré eternamente agradecido con que la Escuela de Música de aquí lleve mi nombre. También nos sentimos muy orgullos y agradecidos al conservatorio de Ponferrada que lleva el nombre de mi padre (Cristóbal Halffter). En definitiva, Villfranca es parte intrínseca de la vida de mi familia desde hace años, y por tanto es inevitable que siempre queramos disfrutar y hacer disfrutar de la música clásica en nuestra villa a todos los vecinos, turistas y caminantes que se acercan por aquí. Estamos convencidos de que existe una gran posibilidad de unir la palabra música clásica con Villafranca del Bierzo. Aunque también somos conscientes de que eso va a llevar tiempo y esfuerzo, pero hay que darle un primer impulso. Se ha venido realizando durante los últimos treinta años el Curso Nacional de Composición, y no se descarta que siga en el futuro, pero con ‘Música en Villafranca’ queremos ir más allá. Villafranca significa Camino de Santiago, significa patrimonio histórico y artístico único, significa gente apasionada por la música y la tradición, significa años de apuesta por la cultura y la música… y por tanto en mi familia no cesamos en nuestro empeño de crear más contenido de calidad para que la villa ocupe el sitio que le corresponde en el mundo de la música clásica en nuestro país.

–¿Es accesible la propuesta a cualquier tipo de espectador?
–Precisamente esa es la idea. Queremos que el público le pierda el miedo a figuras como Wagner o Liszt, que pueden considerarse como compositores «difíciles». Incluso la música del siglo XX o el siglo XXI, puede parecer muy difícil de escuchar y entender. Pero si las obras se comentan previamente, si se explica de manera sencilla el trasfondo de las composiciones, la música pierde su complejidad y se hace accesible al público. Por esta razón, junto a mi querido amigo y pianista Óscar Martín, con el que compartiré el desarrollo del ciclo, procederemos a departir con el público una breve explicación de las obras que se interpretan: por qué se han elegido estas obras en concreto, qué significado tienen, su nexo de unión con la temática del Camino de Santiago, el Grial o el Romanticismo, a qué es lo que debe ponerse más atención durante la interpretación, o anécdotas de la obra que hagan que al final la música interpretada se pueda entender y por tanto disfrutar por cualquier público. Con ello queremos conseguir también que el público esté más cerca de los intérptetes. No sólo físicamente, sino a través del diálogo durante la introducción explicativa.

Siempre nos estamos quejando de la situación que vive la educación musical, pero algo habrá que hacer –¿También accesible a niños, que siempre se dice que tienen esa mente más abierta?

–Claro, si hay niños en los conciertos será estupendo. Siempre nos estamos quejando de la pocas oportunidades que hay para que los niños disfruten de la música clásica o de la situación que vive la educación músical… pero algo habrá que hacer, no sólo quejarse. Por ello quiero poner mi granito de arena y que esta ciudad de Villafranca se llene de música para todos. Planteamos obras de gran complejidad, pero con la humildad de decir que es para todo el público, para cada espectador.

–¿Como trasladarle esto a la gente que quizá piense que, si no entiende mucho de música clásica no podrá disfrutar de esta propuesta?
–El concepto de público es extremadamente complejo. Por eso quiero simplificarlo. Me interesa cada persona, cada individuo, cada espectador. Incluso quiero fijarme en esa pareja que va a un concierto y aún estando uno al lado del otro han percibido cosas diferentes. El concepto de comprender la música ya es en sí bastante complicado y muy discutido. Por eso de lo que se trata es de ser capaz de disfrutarla, y para ello ayudaremos a entenderla. Pensemos por ejemplo que cuanto más sabemos de un vino en concreto, más sabores y matices somos capaces de percibir. Si además cuentas con alguien que te explica cual es la diferencia entre una maceración, la madera con la que está hecha la barrica o los diferentes años de la cosecha, empezará a darse cuenta de que su sentido del gusto es mucho más afinado de lo que pudiera pensar y dentro de su cabeza se empezarán a realizar un montón de asociaciones que no se esperaba. Lo mismo ocurre con la música. Hay muchas personas que me han dicho ‘yo no tengo oído’. Pero no es cierto. Hay personas con más o menos talento para la música, pero oído e imaginación tenemos todos. Nacemos con la música, con los matices, con las tonalidades en nuestra cabeza. Solo hay que saber cómo sacarle partido. Es curioso, hace poco leía un libro donde se explicaba, que depende el color del plato, la comida que se sirva en él sabe de una manera o de otra, porque todo está dentro de nuestro cerebro. En ‘Música en Villafranca’ vamos a conseguir que todo el mundo tenga oído para la música.

La iglesia de San Nicolás de Villafranca es un entorno único, donde poder estar muy cerca de la gente –¿Ese escenario de la iglesia de San Nicolás, la puesta en escena, tiene algo que ver con ese concepto del color del plato?
–San Nicolás es una iglesia maravillosa y queremos plantear algo similar a los festivales franceses en concreto, y algunos otros festivales europeos, que se celebran en pequeñas ciudades. Óscar Martín está tocando la Iberia en Camprodón, en el festival de la ciudad natal de Albéniz. En mi caso, recientemente he realizado ciclos parecidos en la fundación BBVA, en Madrid, y he pensado que si lo hago en Madrid, porqué no lo puedo hacer en Villafranca, donde poder estar muy cerca de la gente ofreciéndoles un ciclo de conciertos de gran calidad. Es un entorno, un escenario único, un espacio íntimo sin igual para poder «saborear» de manera muy especial la música que vamos a interpretar.

–¿También se busca un nuevo foco de atracción de turismo cultural para Villafranca?
–Sí, por eso hemos cuidado mucho el planteamiento. Los conciertos tendrán lugar a las ocho de la tarde y no son conciertos muy largos, apenas 90 minutos, así que los asistentes podrán disfrutar de los conciertos y posteriormente de las maravilloasas noches de Villafranca, pasear, cenar… Buscamos que se cree una sinergia positiva con el público, los peregrinos… Hemos puesto carteles por todo el pueblo porque queremos que todos (vecinos, caminantes, turistas,…)se sientan invitados a participar en este evento y que incluso se planteen venir a Villafranca dos o tres días a disfrutar de conciertos de primera calidad. Lo más importante para nosotros es que se consolide la relación directa que existe entre Villafranca y la música. Que, también a través de los caminantes del Camino, se corra la voz y que gente de todo el mundo conozca nuestra ciudad y consigamos que cuando se piense en Villafranca, se piense que aquí podrá escuchar y disfrutar de la música más sublime. Sabemos, como decía anteriormente, que es un proyecto muy ambicioso, pero esperamos que poco a poco se vayan implicando más y más instituciones y que Villafranca se convierta en parada obligatoria en el Camino y en la música de nuestro país y porque no, de Europa.

–¿Cómo es esa relación de El Camino de Santiago y la música?
–El hecho de peregrinar, de caminar, es un concepto muy amplio que tiene su paralelismo en la música. Sentarse a escuchar una obra musical también requiere «hacer un camino». La música se adentra por los oídos y es capaz de trasladarte a los lugares más lejanos sin moverte del sitio, en un gran viaje. El peregrino se sentirá más acompañado durante el Camino si llena su cabeza con música. ‘Música en Villafranca’ mostrará al público la inmensa relación de la música con los peregrinos y con el Camino, pero no digo más, tendrán que acudir a la iglesia de San Nicolás los próximos días. Allí encontrarán «caminantes-pianistas» que les llevarán de la mano con una explicación, que les ayudarán a que el viaje sea mucho más fluido, y a que nuevas sensaciones, nuevos colores, nuevos sabores puedan perfilarse en su cabeza.

–¿Qué consejos podría dar al espectador que vaya a los conciertos. Deben ir con objetivos o sin objetivos?
–No, no podemos pedirles que se pongan objetivos. Todo lo contrario. Queremos que se dejen llevar. Que simplemente vayan con ganas de escuchar música, de disfrutar y de dejarse sorprender. De esta manera podemos garantizarles que conseguirán algo muy difícil y extremadamente extraordinario hoy en día: podrán desconectar del mundo durante hora y media. Entrar en un viaje donde se dejen llevar por la música, por la explicación, por un entorno maravilloso. A veces el espectador se siente culpable porque está escuchando un concierto y se desconcentra con imágenes que le vienen a la cabeza que creen no tienen nada que ver. Pero eso no debe atormentarle, todo lo contrario, eso es maravilloso. No siempre hay que estar pendiente de si el pianista está ejecutando una escala o un trino, sino dejarse llevar por un sentimiento mucho más amplio de armonía, de sentirse parte de un conjunto, de escuchar… Así será capaz de convertirse en Caminante «musical» .
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