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Pedaladas de dolor

07/03/2022
 Actualizado a 07/03/2022
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La guerra lo pudre todo, también el deporte y también cuando no caen bombas. La tía Erótida resume que en la mesa y en el juego se descubre al caballero. Y Rusia ya fue sancionada por una compleja trama estatal de dopaje. Desde la Antigüedad, los estados conocen la capacidad del deporte para levantar o derruir naciones. La relación entre el poder —el dinero— y el deporte es muy oscura. Pero en el deporte también hay héroes que hincan la rodilla cuando suena el himno, levantan el puño en el podio o contribuyen a salvar a cientos de judíos de la purgas de nazis y fascistas italianos transportando documentos falsos en los tubos de su bicicleta, como hizo —ojalá hubiera encontrado un adjetivo— Gino Bartali durante sus entrenamientos en el norte de Italia en plena Segunda Guerra Mundial (lo cuenta el gran Ander Izaguirre en el trepidante ‘Ganar el Giro bebiendo sangre de buey’, Libros del KO).

Después de once días de guerra abierta en Ucrania los medios de comunicación ya han dado cuenta de unas cuantas historias relacionadas con la bicicleta y no es difícil encontrar imágenes de ciclistas ante vehículos militares. En ‘Argo’ (Óscar a la mejor película en 2013) uno de los planes de la inteligencia estadounidense para sacar de Irán a sus diplomáticos pasa por hacerles recorrer 500 kilómetros como cicloturistas. Los americanos lo descartaron, al contrario de lo que hiciera Dieter Wiedemann para escapar de la Stasi, la policía secreta de la extinta República Democrática Alemana (fascinante el libro del incisivo Herbie Sykes ‘La carrera contra la Stasi’, Libros de Ruta).

Pero no son estas figuras las que me vienen la memoria cuando veo esas imágenes de Ucrania. Sino las que ha suscitado mi abuela las pocas veces que me ha hablado de aquellas mujeres estraperlistas que cruzaban la Sobarriba en bicicleta con diez kilos de trigo a cuestas. Es la vida real, no los puertos, el día a día sin medallas. Para mí es un dolor más cercano que, sin duda, no se acerca una pedalada al verdadero Dolor.
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