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Patinetes en el Condado

24/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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El otro domingo, es decir, ayer no, el anterior, se celebró la primera ‘patipaella’ de León. La organizó la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (AUVMP), que promueve el uso responsable de patinetes eléctricos y otras nuevas formas de transporte con motores eléctricos. Les juro que la cosa va muy en serio, pero mucho, mucho. El sábado anterior circulaba yo en dirección a Villanueva por la carretera de abajo cuando me adelantó un patinete blanco con su ruedas bajitas y su diseño minimalista frente a las 26 pulgadas de mi ‘mountain bike’ y mi pedaleo desgarbado. Me quedé como si me hubiera pasado el mismísimo Ghost Rider. Bueno un poco menos atlético y sin las llamas, ni las cadenas, ni todo eso. Tampoco llevaba la pala, aunque intuyo que era pura casualidad, que en más de una ocasión la ha llevado porque unos metros delante giró hacia la tierra, dejó el patinete pefectamente pinado y se adentró en la maíces como quien se baja del autobús. Como les digo, no me extrañaría topármelo por la noche con el rotativo en la cabeza y la comporta a la espalda.

Más tarde, reflexionando sobre la cuestión, recordé que hace unos meses, en una entrevista sobre el diésel, la movilidad, la transición ecológica y todas estas cosas con el físico leonés Antonio Turiel —que durante muchos años veraneó en Villanueva— me reconoció que este tipo de vehículos pueden ser una buena solución para la movilidad. Y ahí están ya tanto en la ciudad como en el pueblo, donde ya hace mucho que se cambió el Vespino por la ‘ebike’, la bicicleta eléctrica, aunque con cesta y transportín. El caso es que en AUVMP son más de 60 asociados y si ya andan patinetes eléctricos por la comarcal del Condado imagino que también lo harán por muchas otras. Pese a la electrificación de la moviliad urbana y rural, yo seguiré con mi Orbea con motor de garbanzos. Bastantes patinazos da uno ya por estas páginas como para jugársela tamibén fuera de ellas.
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